Si aparecen interrogantes sobre aquella disciplina capaz de conectar todas sus partes, la arquitectura sería la disipación de lo surgido. La dedicación existente en el entorno de este campo de estudio, permite establecer una asociación entre continente y contenido de una manera única.
Del mismo modo, en la atmósfera que circunda el sector del lujo, esta apreciación surge para envolver la exquisitez de lo que se ofrece. Siendo el escenario y, por ende, su arquitectura, el brillante cruce entre dos mundos. La arquitectura y la moda de lujo.
En The Decorative Surfaces exponemos tres de los proyectos arquitectónicos más emblemáticos donde el continente, el espacio y el recorrido, proporcionan sin lugar a dudas, el ambiente propicio para ser considerado un templo contemporáneo dedicado a la moda.
Giorgio Armani y la confluencia entre Oriente y Occidente
Es significativa la oportuna consideración de lo relevante del proyecto arquitectónico, frente al lugar en el que éste se encuentre sitiado. Un contundente ejemplo en lo referente a templos de la moda es Ginza Tower (Tokyo, 2007). En ella, Armani impulsó la celebración de su evento One Night Only, para nuevamente reaparecer en la actualidad. Lo hace con un estilo renovado donde la exclusividad no sólo acompaña a la firma, sino al halo de servicios que se ofrecen en este edificio de doce plantas.
Aparece un sentido conceptual en sitiar un edificio como tal en Japón. El vínculo que la firma mantiene con Oriente va más allá del público. Sirve como potente inspiración en el trabajo de Armani. De este modo, el contraste cronológico, devuelve un constante equilibrio proyectado en una escenificación perfecta.
El diseño de la arquitectura del edificio se torna un factor clave. Mediante el empleo de materiales traslúcidos y radiantes, proporciona la delicadeza a través de texturas y luminosidad. Esta luz se resuelve mediante un juego de reflejos que proporciona intimidad y expansión en interior. Contrasta con la estructura imponente que nace en el exterior del edificio. Es así como el factor sorpresa se entiende como un elemento crucial en el descubrimiento del espacio. Pues desde su fachada, el vidrio ayuda a crear el reflejo sobre lo circundante. Se ayuda de una tenue cascada de hojas que flotan por la Torre Ginza de un modo mágico.
En el entendimiento existente entre ambas disciplinas, en Ginza Tower, diseñada por Doriana & Massimiliano Fuksas & Kajima Construction, se aprecia la admiración artística en una propuesta dedicada al lujo a través de una estructura que mantiene la acertada estética de la firma.
Christian Dior, un homenaje escultórico a la firma.
Arquitectura y moda se miran, proyectando en Seúl, un concepto encargado de reflejar el legado de la firma de lujo, Christian Dior. Este edificio de seis plantas, diseñada por el arquitecto Christian de Portzamparc y decorada por Peter Marino, tiene un sentido innato. Es un fiel reflejo a la estética de la firma francesa.
Es a través de su estructura envolvente mediante la cual, surge una inmersión en la lógica de la firma. Las ondulaciones de color pálido, reflejan el movimiento que Dior proporciona a sus diseños. a través de un estilo fluido donde el algodón blanco protagoniza la suavidad de las telas.
Dicha estructura elevada hacia el cielo, surge atravesada por unas pocas líneas de fibra de vidrio. Estas devuelven al proyecto el legado y contraste que es apreciado, en la composición de la ciudad en la que está sitiado.
Un arco ojival contemporáneo protagoniza el adentramiento a la estructura que es en realidad una sucesión de descubrimientos. A través de la composición de mallas metálicas, se establece una referencia metafórica a los telares y tejidos. Aquí Dior está excelentemente posicionado.
Givenchy, efecto cinético a través del minimalismo.
El espíritu elegante se adueña del proyecto mediante una estrecha colaboración entre el director de arte de Givenchy y el estudio de arquitectura milanés Piuarch. En él, se aprecia ese cruce tan cercano entre ambas disciplinas. Es un vínculo sublime que se adapta a la perfección a la firma. Refleja así los mismísimos diseños realizados para Audrey Hepburn.
El efecto óptico de la fachada es la piel circundante que se funde con el contraste interior de estilo minimalista. Refleja así la esencia de la maison francesa. La elegancia protagoniza los tres niveles del edificio sitiado en Seúl. Aquí se promete una selección única de artículos de prêt-à-porter de lujo.
El negro brillante de acero corrugado que reviste la fachada proporciona unas perforaciones irregulares que se tumban en una planta baja acristalada. Esto recuerda una vez más a la oposición y la variedad en la que la firma francesa, es una extraordinaria referencia. Alta costura, y prêt-à-porter. Elegancia minimalista.