Hoy en día, la composición de los materiales va más allá de las calidades, que siempre deben ser un compromiso para su fabricación. Ahora, la sostenibilidad y su creación dentro de una economía circular juegan uno de los papeles más relevantes. Es por ello que los diseñadores de producto, los fabricantes y las marcas de todo el planeta, exploran nuevos y fascinantes procedimientos. Lo hacen para transformar el diseño de los productos y crear materiales que supongan un impacto positivo para las personas. Y, lo más importante, para nuestro maravilloso planeta. Sin embargo, ¿cómo podemos asegurarnos que un material cumple con los requisitos de sostenibilidad y economía circular? En efecto, con el Sello o Certificado Cradle to Cradle™.
¿Cuáles son los principios y requisitos de Cradle to Cradle™?
El Certificado Cradle to Cradle™ detenta sus raíces en los Principios de Diseño Cradle to Cradle™. Establecidos magistralmente por William McDonough y el Dr. Michael Braungart, en ellos se exponen tres principios esenciales.
Por un lado, el ciclo de vida circular y cerrado. Es decir, que todos los productos deben ser 100% reciclados. Adicionalmente, su eliminación no debe suponer daño alguno para el medioambiente.
Por otro, la importancia de la energía renovable. Se debe garantizar que los procesos de creación se ha empleado energía de calidad y obtenido de manera ecológica.
Y por último, el apoyo a la diversidad. Este principio establece que han de crearse productos teniendo en cuenta sus características biológicas, sociales y culturales.
Materiales arquitectónicos Cradle to Cradle™: el gran avance de la arquitectura sostenible
Son multitud los arquitectos quienes, a la hora de trabajar, tienen muy presente las palabras expresadas por el Dr. Michael Braungart, uno de los creadores del Sello Cradle to Cradle™:
«En la fabricación de productos Cradle to Cradle™, solemos decir que sólo se utilizan productos químicos que podríamos ingerir. Deben estar diseñados para entrar en los sistemas biológicos».
A pesar de no ser verídico en el sentido práctico, su sentido constituye una forma de entender esta ejemplar filosofía a la hora de producir o diseñar un nuevo proyecto.
En el campo de la arquitectura, se trataría de un proyecto que parte de un diseño ecológicamente más efectivo. En él, no se derrocha la energía empleada, y toda su construcción se realiza con materiales sostenibles y renovables. Los diseños que siguen el método Cradle to Cradle™ son proyectos que imitan admirablemente a la naturaleza, integrándose sutilmente en ella.
Un claro ejemplo de este tipo de arquitectura corresponde al proyecto Park 20|20 en Ámsterdam, de William MCDonough + Partners en 2017. Es el primer entorno de trabajo inspirado en Cradle to Cradle™, un parque empresarial excepcionalmente sostenible. Cuenta con aproximadamente 88.000 m2 de oficinas. Un proyecto desarrollado por Delta Development Group, VolkerWessels y ReggeborghGroep.
Este mirífico proyecto funciona íntegramente con energía renovable. Otros activos sostenibles incluyen almacenamiento de calor y frío, células fotovoltaicas y un sistema de purificación de agua mediante filtros de helófitos. Abrazando la filosofía Cradle to Cradle™, todas las piezas con las que ha sido fabricada permiten su completa reutilización al finalizar su vida útil.
Materiales Cradle to Cradle™ para proyectos interiores: diseño y sostenibilidad
¿Es posible disponer de materiales CRADLE TO CRADLE™ que tengan diseños exclusivos en nuevos proyectos? La respuesta es afirmativa. Uno de los materiales más destacables por su belleza, con la certificación Cradle to Cradle™ Bronze, es Obsidiana COMPAC, un material que reinventa las superficies. Es un material creado con vidrio reciclado donde convergen la arquitectura, la materia, la tecnología, el talento, el arte y la sostenibilidad. Logra así la ecuación perfecta con una composición 3D. Esta permite crear elementos únicos sin juntas, mostrando así las capacidades decorativas del material.
Obsidiana COMPAC es uno de los materiales más novedosos en el sector de las superficies. Ha dado un salto en la innovación en el sector pues al ser un material 100% reciclado y reciclable. Además, cumple con los tres principios del Sello Cradle to Cradle™ y con las premisas que hacen posible esta certificación: ciclo de vida circular y cerrado, emplear energía renovable y apoyar la diversidad. En COMPAC, durante su trayectoria la sostenibilidad ha sido un pilar fundamental de su filosofía. Se ha aplicado a cada una de sus creaciones y a sus procesos industriales. Forma parte de su esencia y está en su ADN.
Hoy día, son el primer productor mundial de Obsidiana COMPAC. Un material que, además de ser sostenible, reproduce una belleza extraordinaria. Porque la belleza también es posible cuando se trabajan materiales sostenibles con superficies basadas en lo primigenio, lo elemental, lo natural.
La máxima durabilidad y resistencia de este material realizado con vidrio 100% reciclado da vida a las colecciones Volcano y Astral. Su amplia gama de formatos y finos espesores permiten infinitas posibilidades.
Cradle to Cradle como requisito de los certificados LEED y BREEAM
La adquisición del sello Cradle to Cradle™ marca un antes y un después en las empresas sostenibles. Gracias a la adquisición de puntos, éste es el inicio del camino para la obtención de los certificados más exigentes en la arquitectura sostenible como LEED o BREEAM. Ambos son muy reconocidos por considerarse los estándares de la construcción medioambientalmente positiva. Todas las certificaciones tienen la misma finalidad en la arquitectura. Reducir los impactos ambientales, tanto en la construcción, como en el uso del edificio o proyecto, hasta el derribo de este.
Los certificados BREEAM o LEED sirven, además de calificar las construcciones, para concienciar sobre la apremiante importancia de la sostenibilidad. En primer lugar hablamos de BREEAM o Building Research Establishment Environmental Assessment Method. Desde principios de los años 90, evalúa a nivel internacional el grado de sostenibilidad ambiental tanto en nuevas construcciones como en ya existentes. Por otro lado, cabe mencionar el certificado LEED, Leadership in Energy and Environmental Design. Es un sistema de certificación de edificios sostenibles que fomenta la construcción usando criterios ecológicos, sostenibles y de alta eficiencia energética. Además, evalúa cinco áreas distintas: emplazamiento sostenible, ahorro de agua, eficiencia energética y energías renovables, conservación de materiales y recursos naturales, y calidad del ambiente interior, con una categoría adicional, innovación en el diseño.
La arquitectura sostenible, siendo conscientes de los tiempos que vivimos, ya no es una opción, sino una obligación. ¿Qué impacto dejan tus proyectos en el planeta? Descubre más sobre la arquitectura sostenible en The Decortative Surfaces.