El sector de la arquitectura está íntimamente relacionado con la ingeniería. A través de la ingeniería se planifican y supervisan proyectos técnicos para materializar diferentes soluciones constructivas. Un magnífico ejemplo de ello se aprecia en la construcción de puentes. Esta tipología, que cabalga entre la arquitectura y la ingeniería, ha estado presente a lo largo de toda la historia desde diferentes perspectivas. De tal modo, se puede entender el recorrido estilístico y social a través de puentes o acueductos alrededor de todo el mundo.
Ilustración 1 Foto de Lance Asper en Unsplash
Un reflejo histórico que perdura hasta la contemporaneidad mediante construcciones actuales con ciertas particularidades. En la actualidad, la construcción de puentes y viaductos se sumerge también en lo artístico, lo estético y lo social. Siempre apoyado en una importante razón de ser: solucionar a nivel técnico un problema de comunicación terrestre.
Pero ¿cómo son en la actualidad? Y, ¿qué dificultades técnicas presentan? En este artículo pondremos dos ejemplos concretos que permitirán establecer una relación entre lo estético y lo técnico desde un punto de vista arquitectónico.
Aspectos técnicos sobre la construcción de puentes y viaductos
La construcción de puentes y viaductos está ligada al desarrollo de conocimientos técnicos por parte de ingenieros. Además, también del surgimiento de nuevos materiales como el hormigón armado o pretensado y al acero estructural. Así, a lo largo de la historia, los avances técnicos han permitido la construcción de puentes y viaductos que a priori parecían imposibles de materializar.
Hay que recordar la principal diferencia entre puente y viaducto. Mientras que el primero soluciona un obstáculo sin necesidad de cerrar su camino por debajo, los viaductos conectan varios puentes entre sí mediante estructuras de hormigón armado. Con ello se podría advertir que todos los viaductos son puentes, pero no todos los puentes son viaductos.
Las principales problemáticas que se dan en la construcción de puentes y viaductos tienen origen en la física. Fenómenos como la resonancia y la influencia de la vibración causante por las presiones de viento, la autoexcitación aerodinámica o aeroelasticidad suponen un punto de inflexión a la hora de diseñar este tipo de contracciones para que cumplan su función de manera segura. Un ejemplo de ello es el colapso del puente de Tacoma Narrows en 1940.
Lo que es evidente es que la construcción de esta tipología arquitectónica debe responder a unas particularidades técnicas. Estas, pasan por la supervisión física de las condiciones atmosféricas, el empleo de materiales idóneos y la afluencia o peso que soportarán.
Una reciente construcción que consigue sobrepasar los límites contractivos se puede apreciar en el Puente Viaduc de Millau (Francia), considerada una obra maestra de ingeniería contemporánea.
Puente Viaduc de Millau, Francia
Michel Virlogeux
Michel Virlogeux, ingeniero civil francés experto en puentes y viaductos, fue el encargado de diseñar un puente atirantado que cruza el valle del Tarn. El Puente Viaduc de Millau conecta la causse Rouge y la causse du Larzac, a través de una estructura de 2,5 kilómetros de largo, y una altura de 343 metros.
Ilustración 2 Viaduc de Millau / Foto de Luca Onniboni en Unsplash
Michel Virlogeux y Norman Foster
Inaugurado en 2004, el Puente Viaduc de Millau supuso uno de los mayores desafíos en Francia a la hora de construir un puente. Michel Virlogeux, acompañado por el reconocido arquitecto británico Norman Foster y la firma de ingeniería holandesa Arcadis, dieron lugar a un diseño conceptual y estructural de manera ejemplar.
En su construcción se erigieron siete pilones de acero de 700 toneladas cada uno. Cada uno de estos pilares mantiene una altura diferente debido a las condiciones geológicas de la zona del Valle. Además, la longitud entre los pilares estaba a una distancia considerable. Por ello, significó una enorme dificultad constructiva. Pudo solventarse gracias a la creación de unas torres de apoyo de acero de hasta 170 metros de alto.
Sin embargo, para poder conectar los dos lados de la carretera se debieron emplear arietes hidráulicos. Un sistema que consiste en utilizar la energía cinética a través de una bomba hidráulica. De esta manera, un golpe de ariete sobre un fluido permite subir ese fluido a un nivel superior. De este modo se empujaban ambas partes para conseguir una convergencia entre ambos lados de la carretera.
Ilustración 3 Viaduc de Millau / Foto de Sies Kranen en Unsplash
Este ejemplo se ha convertido en uno de los grandes hitos de la ingeniería moderna. Sin olvidarnos de la implicación estética y el modo en el que la arquitectura de la infraestructura tiene un fuerte impacto paisajístico. De este modo, el estudio de Norman Foster, proporcionó una elegante morfología de perfil ligero y transparente a la estructura. Permitiendo, así, conectar funcionalidad, tecnología y estética.
Una estética que se alza necesaria en otros proyectos como pudiera ser el Cirkelbroen en Copenhague, un puente que se alza como una alternativa estética con un fuerte componente urbano.
Cirkelbroen, Copenhague (Dinamarca)
Olafur Eliasson
Más allá de lo técnico, existe un aspecto menos determinante para la construcción de este tipo de infraestructuras. Que, sin embargo, ofrece una interesante alternativa en cuanto a la sinergia entre urbanismo, espacio público y arquitectura. En el caso de Cirkelbroen se envuelve en una connotación estético-urbana al estar diseñado por el reconocido y galardonado artista danés, Olafur Eliasson.
Ilustración 4 Foto de Thomas Peham en Unsplash / la azotea del Museo de Arte Moderno de Aarhus – AroS en Dinamarca
Eliasson trabaja su obra artística desde la instalación a gran escala. En las cuales emplea elementos como la luz y el agua, en contraposición de la temperatura del aire. Este recurso ofrece un factor sorprendente al espectador. Uno de sus trabajos más conocidos es Your Rainbow Panorama, una obra de arte creada sobre la azotea del Museo de Arte Moderno de Aarhus – AroS en Dinamarca.
Cirkelbroen, un recorrido en zigzag
En Cirkelbroen, el artista danés propone una solución comunicativa a través de una introspección humana en cuanto al modo de habitar la propia ciudad. La estructura se aleja de la linealidad para configurar un recorrido en zigzag. Donde la pausa es necesaria gracias a la disposición de cinco andenes circulares de tamaños heterogéneos, los cuales dan nombre al puente.
Ilustración 5 Cirkelbroen, Olafur Eliasson / Foto de Razvan Mirel en Unsplash
Construido para solucionar una conexión entre el área de Christiansbro con Appelbys Plads, Cirkelbroen es una muestra del modo en el que el arte, el diseño y la estética, se fusionan con la ingeniería. Por un lado, su carácter conceptual lo acerca a la tradición del transporte marítimo de Copenhague. Mientras, a nivel técnico se muestra elegante mediante una cuidada apertura de las plataformas cuando los barcos lo atraviesan.
El puente mantiene una perspectiva humana, en tanto que se alza para dar importancia al encuentro social. Mediante el recorrido de este, se invita al transeúnte a participar de las vistas panorámicas desde una perspectiva diferente.
“En Dinamarca, existe una fuerte tradición de centrarse en la inclusión, en aceptar al otro: dar la bienvenida a ideas que aún no hemos tenido, personas que aún no hemos conocido y encuentros impredecibles. Es algo en lo que todos tenemos que trabajar juntos, y una forma de abordar esto es cómo planificamos el espacio público. Cirkelbroen, espero, contribuya a mejorar la calidad de vida y el desarrollo de una ciudad hospitalaria e inclusiva.”
Olafur Eliasson sobre el diseño de Cirkelbroen.
Así, Cirklebroen se alza como un ejemplo de la atracción hacia nuevas miradas en la construcción de obra civil. Donde la arquitectura y la ingeniería se relaciona con otros puntos de vista más conceptuales como artistas, humanistas, sociólogos, etc.
