El mármol natural tiene ciertas limitaciones que han sido superadas gracias a la creación del mármol tecnológico. Se trata de un material que ofrece unas enormes posibilidades técnicas y estéticas. En este artículo podrás conocer cómo y dónde emplear el mármol tecnológico en interiores y qué ventajas aporta.
El mármol tecnológico nace de la necesidad de superar las limitaciones de la piedra natural para su uso en la arquitectura actual y para responder a la falta de disponibilidad de ésta. El mármol tecnológico está compuesto entre un 91% y un 96% por mármol natural, al cual se le añaden resinas y otros productos mediante la tecnología enginereed stone, basada en la vibrocompresión.
¿Qué ventajas ofrece sobre la piedra natural?
Podría decirse que el mármol tecnológico es una evolución del mármol para que pueda responder a las necesidades de los profesionales del diseño y la arquitectura. Así, ofrece total homogeneidad en su tono, cosa que no se puede lograr con el mármol natural y que limita a la hora de construir grandes superficies. Además, al igual que las piedras naturales, se puede pulir, manteniendo su apariencia durante más tiempo. También es más resistente, dado que pese a tener una dureza muy similar a la del mármol natural, cuenta con mayor flexibilidad. Entre sus características también cabe destacar que su porosidad es casi nula y que es más ligero que la piedra natural.
¿Dónde lo podemos emplear?
A la hora de hablar de espacios, podemos dividir su uso en dos tipos: aplicado en viviendas privadas y en lugares públicos, o de alto tránsito. En el hogar es muy recomendable su uso gracias a su nula porosidad y su facilidad de limpieza. Es altamente recomendable para pavimentos, aplacados o revestimientos decorativos, dada la gran calidad estética que aporta el mármol tecnológico. Por lo que respecta a espacios públicos, es habitual su instalación en aeropuertos, estaciones, centros comerciales o edificios administrativos. La antes indicada homogeneidad de su tono permite crear enormes superficies que actúan como un solo elemento, algo que se suma a su resistencia y facilidad de mantenimiento.
En cuanto a usos concretos, además de lo señalado anteriormente, su facilidad de manipulado permite su instalación en escaleras, como remate de chimeneas, en puertas y ventanas, e incluso en elementos de mobiliario.