Es posible que, de todos los proyectos arquitectónicos, la estructura de un museo sea la tipología donde mejor se entienda la importancia de la simbiosis entre continente y contenido. Más allá de albergar, el museo es en sí mismo una obra que se relaciona con lo artístico de un modo íntimo.
Morfologías que se extienden en un espacio vacío, determinan sin embargo un espacio lleno de emociones en diferentes formatos. Desde escultura, arquitectura, o pintura, hasta joyería, tapices o performance. El arte se convierte en ese lugar, donde la libertad brota del centro del alma. Y lo hace para sacudir conciencias de un modo contemplativo, a quien circunda o habita.
Ilustración 1 Interior del Museo Swarovski, sala Emotional Formation en 2018.
En The Decorative Surfaces hacemos un repaso por diferentes proyectos arquitectónicos dedicados a albergar muestras artísticas. Son unos lugares dedicados a contener la magia más pura que puede ofrecernos el ser humano.
La estructura exterior como arquitectura híbrida.
Desde el exterior, surgen estructuras que juegan de manera evidente con los volúmenes y las dimensiones que les son permitidas. Así encontramos proyectos como el Museo Twist, que atraviesa el río Randselva, en Noruega.
Este primer proyecto que el estudio de arquitectura BIG diseñó para el país escandinavo. Es una muestra de la imperante innovación a la que se enfrentan los proyectos arquitectónicos destinados a museos en la contemporaneidad.
Ilustración 2 Foto de Arvid Høidahl en Unsplash / Interior Museo Twist
Se trata de una ampliación de la institución Kistefos (Jevnaker, Noruega). Un espacio que podría ser definido como puente habitable que permite unir y transitar.
La innovadora estructura flotante de acero revestido es convertida en una pieza escultórica de gran formato. A través de su apariencia de viga deformada que sufre una excelente torsión en la zona central. De este modo, permite entenderse como una extensión natural del terreno que circunda. Complementándose de manera perfecta con el paisaje y ofrece una experiencia completa a quien lo visita.
El Museo Twist
El Museo Twist dispone de dos entradas principales que son posicionadas a cada uno de los extremos del río Randselva. Y es a través de su piel de paneles de aluminio dispuestos en abanico, desde donde la geometría exterior es materializada. Y lo hace con un excelente juego donde el ligero desplazamiento otorga movimiento y volumen.
En la parte norte, se emplea el vidrio como material constructivo de cerramiento. Y así, surge una apertura al exterior que otorga al visitante una vista panorámica. Además, este material está curvado en la parte superior a modo de claraboya. Lo que proporciona una sensación lumínica completa y emocionante, tan efímera y constante como la propia naturaleza.
La estructura invita al descenso mediante una escalera de cristal que, a su vez, sirve de cerramiento superior del sótano. Y es así como, la magia de lo invisible característica del vidrio evoca y complementa la visita.
Contenido vibrante en el interior de un museo.
Del mismo modo que la estructura exterior se acerca a la estética artística, los interiores de los proyectos arquitectónicos tienen una sofisticada disposición de materiales que elevan lo expuesto. Es el caso de Swarovski Kristallwelten, en Wattens, Austria.
Un espacio expositivo de corte tecnológico. Invita en su interior, a la onírica inmersión de delicadas piezas de cristal de gran formato. Construido en 1995 como conmemoración del centenario de la compañía, este espacio expositivo se divide en diferentes salas. En todas las sensaciones de fantasía inundan a los visitantes que recorren las 17 “Cámaras de las Maravillas”.
Interiores que abrazan creaciones artísticas, se complementan de manera magnífica con los diseños estructurales de cada una de las salas. Diseñadas por grandes artistas y creadores de reconocido prestigio, cada una de las salas se entiende como un viaje interior. Un excelente ejemplo, es la sala diseñada por Arik Levy en 2018: Emmotional Formation.
Ilustración 2 Interior del Museo Swarovski, sala Emotional Formation en 2018.
Este espacio contiene seis piezas artísticas con las que se invita a la introspección. Mediante un recorrido museográfico, el visitante camina hacia su propio descubrimiento.
Pero más allá de la narrativa de la disposición de piezas, el recorrido curatorial se vuelve sutil gracias al revestimiento en Ice Black COMPAC created by Arik Levy.
Un pavimento que consigue facilitar el recorrido. Y al mismo tiempo que potencia cada una de las obras artísticas expuestas de marcados destellos inspiradores.
COMPAC: un diseño excepcional
Este juego simbiótico entre revestimiento y exhibición, se apoya en la calidad de un material que complementa la exhibición con un diseño excepcional.
Es a través del diseño en vetas, desde donde Arik Levy proporciona un traslado de la mirada que se vuelve hipnótico y evocador. Ice Black es, en sí mismo una evocación a la materia natural que se sincroniza de manera sublime con los cristales con los que Swarovski protagoniza su carácter propio.
Esta simbiosis entre espacio y arte, hace evidente la importancia de escoger un material circundante, capaz de complementar la comunicación del concepto creativo expuesto, acompañando al recorrido curatorial.
Materiales que completan una narrativa artística.
Para proporcionar sensaciones artísticas de cuidada presencia expositiva, se encuentra el interior de Manarat Al Saadiyat Museum, en Abu Dhabi, (EAU).
Este complejo museístico construido en 2009, y reconocido por ser el lugar para el arte, las actividades culturales y los eventos comunitarios de Abu Dhabi, emplea un característico material que forma parte del pavimento interior.
Ilustración 3 Interior de Manarat Al Saadiyat Museum, en Abu Dhabi (imagen COMPAC)
Para el pavimento se ha elegido Terrazo COMPAC, que forma parte de la vanguardia arquitectónica interior.
Manarat Al Saadiyat: un refugio artístico
Situado en una de las zonas más culturales más potentes de la isla de Saadiyat, Manarat Al Saadiyat es un refugio artístico que apuesta por la diversidad y la creatividad, fomentando la creación local, pero abrazando también, la internacional. Un espacio donde experimentar el crecimiento artístico de Abu Dhabi, inspirado y apoyado en un programa público.
Las exhibiciones de este espacio de carácter itinerante, son tan diversas como internacionales. Desde obras de artistas de países de Oriente Medio, hasta colecciones privadas como la de Larry Gagosian en 2010, que incluía obras de posguerra de Rauschenberg, Ruscha, Serra, Twombly, Warhol y Wool.
Manarat Al Saadiyat Museum, fue el primer complejo museístico culminado en la isla de Saadiyat, un distrito que tiene el objetivo de promover el turismo y la cultura con potentes museos, como el Louvre Abu Dabi y el futuro Guggenheim Abu Dhabi.
Exteriormente se caracteriza por una fachada ligera, de aspecto elegante. Con una piel blanca que imita la celosia y con la disposición de palmeras en la entrada principal, Manarat Al Saadiyat Museum hace una mención a la cultura tradicional y natural de los Emiratos Árabes.
Con estos proyectos, se hace evidente la importancia de interiores y exteriores que son capaces de abrazar lo artístico. La delicadeza de cada una de las estructuras, pavimentos y revestimientos, es lo que permite proporcionar una narrativa artística completa y ofrecer al visitante, una experiencia memorable. Gracias a las sinergias entre espacios, estructuras, y obras artísticas, el resultado cumple con el objetivo del fomento de la cultura.
Con todo ello, los proyectos arquitectónicos dedicados a museos se convierten en ese lugar donde la libertad brota del centro del alma para despertar conciencias, y dar paso a grandes inspiraciones.
