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Luis Barragán, un estilo marcado por la emoción

Por 24 febrero, 2023 Sin Comentarios

Casi tres cuartos de siglo después del nacimiento del movimiento de la arquitectura emocional, sus máximos exponentes siguen sirviendo de inspiración a nuevas generaciones de creadores de espacios, arquitectos, ingenieros, interioristas y artistas. El arquitecto Mexicano Luis Barragán tiene un estilo marcado por la emoción. Es una de las figuras cuya obra moderna, ancestral y profunda forma parte de la vida, aprendizaje y bagaje cultural de arquitectos, interioristas y artistas actuales.

Mirando al futuro desde el pasado: la emoción del recuerdo en el espacio plasmado en la Casa Barragán

El propio Luis Barragán, hizo hincapié a lo largo de los años, en distintas entrevistas y declaraciones, en cómo la emoción le había impulsado a tomar decisiones en sus distintos proyectos.

Barragán mencionó a menudo la importancia de aunar estética y espiritualidad. De crear espacios que generaran emociones sobre lugares que ya habían generado una emoción en el diseñador de estos. En muchos de sus proyectos partió de terrenos yermos. Terrenos situados en zonas baldías y desérticas, ubicados en barrios que aún no existían, aparentemente rodeados de la nada. Y gracias a esa aparente nada, se emocionó con pequeños detalles que para otros habrían pasado desapercibidos. Detalles que tuvo en cuenta durante sus obras: un soplo de aire, el movimiento de diminutos animales silvestres, el tipo de luz.

Emociones y experiencias propias

Las emociones propias y las que quería que otros sintieran en el futuro al habitar, visitar o contemplar sus trabajos provenía del pasado. En alguna ocasión aludió a la memoria de la infancia y la primera juventud como motivadora de las emociones que buscaba transmitir. En su obra subyacían los recuerdos del rancho paterno, como él mismo señaló en algunas entrevistas. Un lugar en el que pasó sus años de niñez y adolescencia.

Posteriormente fueron las vivencias e impresiones surgidas allende los mares las que tomaron vida entre su mente y sus lápices. Y quedaron plasmadas sobre el plano primero, y en el espacio después.

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Ilustración 1 Obra de Luis Barragán en Santa Fé / Foto de Jacqueline Brandwayn en Unsplash

Buena parte de esas experiencias, recuerdos, sueños y momentos vividos los transformó en cada detalle y elemento de La Casa Estudio Luis Barragán. Fue construida en 1948. Representa una de las obras arquitectónicas contemporáneas de mayor trascendencia en el contexto internacional en palabras de la UNESCO, que la incluyó en el año 2004 en su lista de Patrimonio Mundial.

Su preferencia en los materiales utilizados en su propia casa, la mítica, icónica y atrayente Casa Barragán, fue clara por la naturalidad, refugio íntimo, veladora de recuerdos, incitadora de emociones que tantos creadores, arquitectos y artistas aún visitan como fuente de inspiración.

Luz y color en la casa Barragán

La luz y el color fueron claves en sus trabajos. La simplicidad de sus espacios se enriquece con los precisos toques de color y la recepción de la luz que tanto tuvo en cuenta en su diseño y construcción. Sus viajes a Marruecos y su visita a La Alhambra, en Granada, la particular proyección de dibujos de luz y sombra de las celosías árabes, los luminosos mediodías y la cálida caricia del sol compitiendo por el favor de las gentes con el frescor de las zonas sombreadas, quedaron grabados en su ADN y en su memoria.

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Imagen 3 La Alhambra, Granada / Foto de Sebastian Yepes en Unsplash

Para Barragán, era esencial diferenciar calidad de cantidad de luz. Jugaba con la modulación y graduación en los huecos. Con contraventanas, celosías y cortinas para dejar pasar la deseada para el propósito que buscaba. Para generar el tipo de emoción que quería provocar.

Con el adecuado uso de ambos, Luis Barragán transmitió sus emociones tanto a espacios interiores como exteriores. Y, además, logró que décadas después, quienes visitan la Casa Barragán continúen sintiendo la paz, les abrace la calma y la belleza serena, se sientan envueltos en la quietud y dueños de la libertad que buscaba transmitir.

Luz y color como transmisores de emociones

Esta importancia de la luz y color como transmisores y provocadores de emociones no solo se puede percibir y comprobar en su legado arquitectónico. Se puede apreciar en cómo ha inspirado proyectos de otras disciplinas de artistas, en los que su estilo ha dejado huella.

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Ilustracion 3 Casa Barragán / Foto de Julie Kwak en Unsplash

Se atrevió con el rosa y el rojo. Dio su lugar al amarillo y al naranja. Y, además, logró que expresaran su viveza y alegría sin chirriar, en una adaptación perfecta al lugar, a la construcción y al ambiente. Por eso, su obra no se percibe igual si se contemplan solo sus planos o imágenes en blanco y negro. Esos colores sencillos son expresión terrenal y tangible de imágenes oníricas que le asaltaban. Y, por ello, reflejan recuerdos de los amaneceres y atardeceres felices de su infancia y de sus días viajando por el norte de África que fueron el contrapunto a la sobriedad de sus planos.

Los juegos cromáticos de la Casa Estudio Luis Barragán han inspirado a interioristas, arquitectos y artistas. En ocasiones estos juegos apostaban por el dramatismo al generar efecto de penumbra, a veces como ayuda para focalizar y otras para ordenar el espacio.

Volúmenes geométricos, sueños y emociones

Geometría y volumen son otros de los elementos comunes de muchos de los proyectos, presentes a lo largo de la vida y obra de Barragán. El ganador de un premio Pritzker utiliza volúmenes limpios para generar sensaciones de paz, calma, bienestar.

Incluso en los ángulos rectos y las intersecciones, los espacios carecen de toda agresividad. Siempre generan emociones que aplacan la ira y colman el espíritu, provocando el alivio de los sentidos, la claridad de las ideas, la relajación de la libertad.

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Ilustración 4 Casa Luis Barragán / Foto de Jacqueline Brandwayn en Unsplash

La combinación de rectas y curvas, las líneas geométricas de escaleras y construcciones hablan de sutilidad, de contraste armónico, de equilibrio.

La materia, representante de experiencias y guardiana de la memoria

Siempre apostó por materiales constructivos ancestrales, terrenales, con memoria propia. Con diferentes texturas, orgánicos, con personalidad labrada a lo largo del tiempo, guardianes de memoria propia y ajena. En la piedra volcánica que le recordaba a su propio hogar de infancia, al terreno de Pedregal que había sido testigo de sus sueños infantiles y de juventud a la madera maciza y en el uso arquitectónico y decorativo de cueros, pieles y telas que en muchos momentos le hacían regresar con el pensamiento a tierras norteafricanas, algo que se refleja a la perfección en la Casa Barragán.

Un legado inspirador con impronta contemporánea: arquitectura y arte

Su imprenta sigue presente. Ha dejado huella y son muchos y muy importantes los arquitectos que han mantenido presente su legado en sus propias obras. Se puede ver en espacios funcionales como la Biblioteca Vasconcelos de Alberto Karach o en el enigmático Nido de Quetzalcoatl de arquitectura orgánica y emocional de Javier Senosiain.

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Ilustración 5 Biblioteca Vasconcelos, Ciudad de México / Foto de Kirill en Unsplash

Salvador Macías, quien tras la muerte de Luis Barragán fue uno de los arquitectos de Jalisco receptores de parte de sus bienes personales, mantiene su legado. Y, a su vez, está sirviendo de modelo, ejemplo e inspiración para creadores no solo de Latinoamérica sino de todo el mundo.

Del estilo emocional del maestro ha bebido Tatiana Bilbao, quien no ha escondido su obsesión por la ventana de la habitación de éste con vistas al Jardín Ortega. Se ha referido a ella de un modo poético, dejando claro que es más que un elemento funcional, una apertura al pasado, a la nostalgia, a los sueños y a los deseos, aludiendo a la emoción y humanidad de Barragán ha mostrado la importancia en sus propias emociones que ha volcado en distintos proyectos a lo largo de su carrera.

Miguel de la Torre y Javier Sánchez se inspiraron en las casas de Barragán y Cetto para su proyecto PADRE. Un condominio en el que la influencia de ambos, los hogares que crearon y la arquitectura emocional de Luis Barragán está presente de modo inequívoco.

Luis Barragán supo trasladar las emociones que sentía al espacio a través del color, la luz, los volúmenes y la geometría. Y, del mismo modo, fue un audaz y certero provocador de emociones que otros artistas han sabido captar a lo largo del tiempo para beber de ellas y transmitir sus propias emociones.

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