Héctor Santos-Díez creció con un laboratorio de fotografía dentro de su casa. De modo que la vocación estaba ya latente cuando durante los años universitarios. En la carrera de Arquitectura, comenzó a coger trabajos para hacer reportajes fotográficos de edificios e interiores. Desde entonces ha perfilado un estilo sobrio que le ha llevado a ser referencia de la fotografía arquitectónica en su Galicia natal.
¿Cómo empezaste en la fotografía de arquitectura?
De más joven yo estudiaba arquitectura y a la vez hacía fotos, porque en casa ya había un laboratorio en blanco y negro de mi padre y sabía positivar en blanco y negro. En ese sentido digamos que ya estaba más o menos encaminada esta vocación.
¿Qué clase de arquitecturas sueles fotografiar?
Arquitectura gallega y arquitectura contemporánea, es para lo que me llaman. La mayoría de mis clientes son gallegos y trabajo ese tipo de arquitectura, que no tiene grandes diferencias con el trabajo de otras regiones más allá de que aquí los edificios han de adecuarse al clima cambiante y al entorno en el que se encuadran.
Y cuáles son los rasgos que priman en tu fotografía, ¿exceso de luz, encuadres originales, simetría?
Supongo que eso es más fácil verlo desde fuera, pero te diré que siempre intento que sean imágenes bien estructuradas, bien compuestas, limpias y con una calidad de líneas que acompaña a la perspectiva fotografiada. Digamos que soy bastante sobrio. En cuanto a los espacios, no tengo prioridad clara entre edificios exteriores e interiorismo. Los trabajos suelen ir por rachas y muchas veces te llaman para hacer determinadas cosas porque te han visto hacer algo parecido previamente.
¿Procuras no falsear la realidad? Por ejemplo, no reflejar que una estancia tiene más tamaño del que realmente tiene.
Eso es muy relativo. Hay que jugar con el lenguaje fotográfico y éste tiene sus propios parámetros. No es que vayas a engañar, pero sí es cierto que tú vas en el mejor día, con la mejor luz, colocando las cosas a tu gusto y con una lente pensada para fotografiar arquitectura. Según cómo sea el espacio igual tienes que recurrir a grandes angulares, pero eso no es tanto engañar como utilizar el lenguaje fotográfico por el que has sido seleccionado. Nunca va a ser lo mismo estar en un espacio que fotografiarlo, y de hecho, cuando estamos en un espacio, siempre movemos la cabeza, aunque sea de manera inconsciente, porque con la vista y ese movimiento recorremos el espacio que ha de caber en la fotografía estática. Hay que saber traducir de la estancia a la foto.
¿Te documentabas antes de fotografiar los espacios, y no sé si los vives?
Depende de las obras. A veces me paso para hablar con el arquitecto cuando aún no está acabado, pero también hay ocasiones en las que voy directamente en el día de las fotos. Lo que sí miro siempre es la situación del espacio, sobre todo para saber por dónde entra el sol y por dónde se va a poner, y también para ver el entorno y saber qué diálogo tiene que con el espacio. Cuando ya estoy en el sitio sí que recorro siempre la obra y me hago una idea esquemática de cómo tirar las fotos.
¿Cómo ha evolucionado tu mirada de fotógrafo de arquitectura?
A nivel de estilo no ha cambiado demasiado porque siempre he seguido la línea de la austeridad. De lo que sí me he dado cuenta con el tiempo es que he mejorado bastante, cometo menos fallos y he abandonado algunos tics de composición. Cuando veo trabajos antiguos pienso que los podría haber hecho mejor.
¿Crees que a partir de la fotografía se pueden redescubrir espacios?
Seguro. De hecho, los propios arquitectos te reconocen que redescubren sus espacios, que esa forma de ver el espacio no se la habían planteado. Esto viene a demostrar que si tú mandas a cinco fotógrafos de arquitectura distintos a hacer el mismo reportaje del mismo edificio, los reportajes van a diferir. Seguramente haya alguno que se centre más en plasmar cómo se relaciona el edificio con el entorno, otro le dará poca importancia al entorno y se centrará en la importancia del edificio como objeto, otro se interesará en los acabados, etc. En mi caso suelo darle una importancia relativa al entorno, depende del diálogo que éste tenga con el edificio, pero generalmente suelo centrarme en los interiores y los acabados.
Para acabar, ¿qué uso sueles hacer de las redes sociales? ¿Son importantes para ganar clientes?
No me obsesiono, pero sí que suelo estar pendiente de ellas. De hecho, una de las cosas que me ayudaron a empezar con esto fue que cuando empecé a buscar trabajo, en Galicia prácticamente solo había dos fotógrafos de arquitectura más y ninguno tenía web. Solo tenía yo. Gracias a eso conseguí desmarcarme para ganar más encargos.