Ponemos el foco en el país mexicano y entrevistamos a uno de los bestseller del interiorismo mexicano. ¿Qué busca el sector y hacia dónde va?
Héctor Delmar ha sido reconocido con los prestigiosos Premios Prisma. Este galardón realza la labor de profesionales para los que el interiorismo es más que un espacio. Es una forma de entender el mundo para mejorar la calidad de vida de los demás. En este momento, las tendencias arquitectónicas y el diseño de interiores están marcando el paso en México. Héctor Delmar se erige como partícipe de una generación para la que el confort, la innovación, el estilo y, sobre todo, la sostenibilidad, se dan la mano. Lo comprobamos.
¿Qué se siente al ganar el Premio de Interiorismo mexicano PRISMA?
Fue un gran reconocimiento que apreciamos mucho por la importancia que tiene el interiorismo en nuestra ciudad y en nuestro país. Me dio gusto formar parte de ello y que nuestra obra haya sido seleccionada.
¿Qué es lo que más destacarías de tu trabajo? ¿En qué proyectos estás trabajando ahora?
Nosotros nos enfocamos a la sustentabilidad de la construcción desde la bioclimática, lo que rige y articula el discurso de nuestro proyecto. Creemos que los mejores proyectos son los que saben dónde están y para quién están hechos.
Actualmente trabajamos en diferentes obras: casas de fin de semana, penthouses, una ampliación y una remodelación. Así como la restauración y adaptación de un edificio de apartamentos de los años 50 en las colonias centrales de Ciudad de México.
¿Qué proyecto destacarías de todos los que has realizado?
Uno de los que creemos que más impacto ha tenido han sido unas casas de interés social que hicimos en Pinotepa Nacional, Oaxaca. Diseñamos una casa tipo para 38 familias con alta eficiencia bioclimática y muy poco presupuesto. Actualmente ya se han construido 15.
¿Cómo se concibió el proyecto de estas casas, qué materiales se emplearon y cuándo concluyó?
El resultado formal de este proyecto surgió de una entrevista/taller que hicimos con la comunidad donde iban a ser construidas. Nos entrevistamos con la gente del pueblo para que nos contaran sus necesidades y les pedimos que dibujaran la casa de sus sueños. Los dibujos que recopilamos eran muy interesantes y nos comunicaron muy claramente sus necesidades. Encontramos un común denominador de elementos arquitectónicos que solicitaron en sus proyectos tales como: techos altos, cocina abierta o independiente de la casa, un área para acorralar animales y ventilación cruzada. Así entonces diseñamos las casas.
Los materiales empleados fueron lo que estaban disponibles en el sitio por costo. De hecho, la propuesta inicial de las casas fue con block hueco de concreto gris, pero el material disponible en la zona era el bloque de arcilla prefabricado y aligerado, así que usamos ese. Las losas fueron construidas con un panel de poliuretano y concreto prefabricado con el que el constructor (nuestro cliente) estaba acostumbrado a trabajar en otras casas de interés social que había construido antes.
La construcción de las casas no ha concluido, el programa de créditos sigue en curso y se han construido hasta ahora 16 de las 38 casas que se tenían contempladas para esa comunidad.
¿Y cómo integra en sus proyectos de inspiración bioclimática el uso de otros materiales naturales, como el cuarzo o la piedra?
Lo importante de los materiales en materia de bioclimática es entender sus propiedades térmicas y cómo ellas pueden aportar al confort y la estética del espacio donde se ubiquen. Por ejemplo, la piedra o el cuarzo son materiales que pueden aportar masa térmica dentro de un espacio, así que podemos aprovechar esa condición para regular la temperatura interior de un clima templado, entonces podemos colocar el material en un piso o muro donde la masa térmica tenga incidencia, además de pensar en las cualidades estéticas del espacio.
Muchas veces la elección de un material depende estrictamente de los comportamientos térmicos que queremos aprovechar de él, así como su disponibilidad o si el material es local para dar un sentido de pertenencia al sitio. La estética viene por añadidura, creo que cuando un espacio es confortable y los materiales fueron escogidos pensando en el sitio y el usuario el resultado será bueno.
¿Qué otras texturas son importantes en el diseño y en el interiorismo?
Creo que todas las texturas son importantes en el diseño, cuando se combinan de manera correcta. Los textiles, por ejemplo, son importantes cuando forman parte integral del espacio, cuando el espacio diseñado no puede concebirse como completo o terminado sin tener el textil que se pensó para ese espacio, no cuando son elementos añadidos. Una cortina, por ejemplo, contrastando con materiales pétreos o con la madera puede dar sensaciones muy cálidas si la arquitectura le da el espacio para que se luzca. Un mueble bien colocado hace que el espacio se complete.
Si nos los armonizamos bien es una desventaja, porque en nuestra profesión, si primero concibes un espacio y luego se pretende vestir, en ese momento el interiorismo y la arquitectura se pelean en lugar de trabajar en armonía.
¿Hacia dónde van las tendencias en interiorismo?
Me parece que la conciencia ecológica es cada vez mayor, el interiorismo usa materiales con mayor eficiencia, menos energía embebida para su fabricación, que intentan entrar en el ciclo de vida circular y ya no lineal, que se reciclan o sin reciclados, etc..
En nuestro rubro de bioclimática es importante escoger los materiales que disminuyen los Voc’s (compuestos orgánicos volátiles), que mejoran la calidad del ambiente y el aire interior que reflejan la luz del día para evitar las penumbras y disminuir la iluminación artificial durante el día.
¿Crees que las tendencias sostenibles están revolucionando el sector?
Definitivamente. Nosotros estamos en constante búsqueda de esas características. Si escogemos materiales para unas oficinas nos aseguramos que tengan altos estándares ecológicos, favoreciendo los producido y diseñado localmente para detonar la industria.
