Encontramos en la actualidad un estilo que ha crecido mucho en los últimos años, cuyo carácter atemporal oxigena y atempera los espacios, creando atmósferas singulares en las que todo está pensado. Se trata del estilo natural, un estilo claramente definido, cuyas similitudes con el estilo escandinavo o nórdico son claras.
5 claves del estilo natural
El estilo natural es sinónimo de naturaleza, fundiendo tradición y modernidad. Estas son las claves fundamentales para conocer un poco más de este estilo:
1. Naturaleza, sencillez y elegancia
En el estilo natural, los materiales ecológicos adquieren un papel importante, y se presentan sin artificios. Entre los materiales, es habitual encontrar la madera, que mantiene en su tono natural, tejidos de lana o algodón, así como pinturas puras.
El cuarzo y el mármol colaboran en esa atmósfera que persigue el estilo natural. Una amplia gama de tonalidades y colores otorgan al cuarzo y el mármol de un sentido profundo, siendo un material esencial tanto en elementos de cocina como revestimientos y recubrimientos, gracias a la existencia de numerosos acabados y a su belleza, que resiste el paso del tiempo.
2. Elementos tradicionales atemporales
La delicadeza de determinados elementos decorativos, confieren al estilo natural en una forma casual de atemporalidad. Los ambientes naturales demandan elementos vegetales como plantas y flores que aportan frescura al ambiente. Será pues una pieza de gran valor para el estilo natural, integrándola en estos lugares.
Textiles como alfombras colores crema entran en sintonía con la atmosfera natural en el estilo natural, que es a la vez tan desenfadado, tranquilo y calmado. Estos elementos transmiten calidez y que invita a disfrutar cómodamente de cada espacio de la casa sin limitaciones.
Las lámparas y la decoración siempre encuentran su punto de equilibrio en esa sintonía natural y neutra que envuelve, destacando la esbeltez y simpleza por encima de todo.
Se dice que la arruga es bella, y que las cicatrices guardan historias y batallas. También en el estilo natural sucede esto mismo. Los muebles de estilo natural admiten la imperfección, como arañazos, rasguños, peladuras o descorchado de pintura.
3. Colores que conectan sinergias
Es importante que el contendor espacial muestre esa imparcialidad, esa neutralidad arquitectónica configurada por las líneas bien definidas que marcan el carácter del estilo natural. La difusión de la luz a través de sus espacios arquitectónicos congenia bien si se profundiza en ellos, consiguiendo sensaciones espaciales a distintos niveles.
Los colores son muy importantes para definir el estilo natural, y es que todos están en la naturaleza. El gris de las rocas, las plantas verdes y el marrón de la tierra y la madera. Nada se escoge al azar en el estilo natural, y por ello en general tenemos esa sensación de naturalidad en todos los espacios, por los colores, las texturas y el uso de la madera y las plantas.
4. Sensaciones agradables
El estilo natural busca armonizar los espacios a través del equilibrio de color, luz y los elementos. Es la luz orientada correctamente la encargada de engrandecer el espacio, sin necesidad de que sea una estancia muy amplia: una iluminación natural se consigue abriendo las ventanas, llevando la luz a los espacios e incidiendo en aquellos rincones que más lo necesiten.
La sencillez es una característica importantísima del estilo natural, y ésta se puede conseguir a través del orden y la sutileza. Esta se basa en el bienestar de las personas a través de la creación de entornos sencillo y que transmita paz y tranquilidad.
La búsqueda de la felicidad es el principal fin del estilo natural, y lo hace a través de los pequeños detalles, que tratan de crear un ambiente que favorezca la calma disfrutando de las pequeñas cosas de la vida.
5. Simbiosis perfecta con otros estilos
Existen numerosos estilos cuya combinación con el estilo natural es más que excelente, destacando entre ellos el estilo mid-century moderno, el estilo industrial, el estilo náutico o navy, el escandinavo el bohemio o boho chic, el farmhouse chic y el clásico.
La mezcla de éstos enriquece la calidad espacial y sensorial, haciendo que el estilo natural pueda conectarse con los gustos personales, diferenciándose de las uniformidades.
En definitiva, el estilo natural es acogedor e imparcial pero con mucho carácter y elegancia, y una clara apuesta por retornar a los valores tradicionales de habitabilidad y funcionalidad sin renunciar a la personalidad.
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