María González y Juanjo López de la Cruz, arquitectos formados en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, fundaron el estudio SOL89. Su enfoque se centra en explorar los espacios urbanos intermedios y la reutilización de estructuras.
Su talento no pasa desapercibido, ya que han acumulado una impresionante lista de galardones. Así, incluyendo el Primer Premio de Arquitectura de los Colegios de Arquitectos de Sevilla y Huelva en múltiples ocasiones. Además, el Premio Hábitat de los Premios Arquitectura 2023 del CSCAE. Así como reconocimientos internacionales como la Medalla de Plata del Premio Fassa Bortolo en Italia, el Primer Premio Wiener Berger en Austria, y el Primer Grand Prix Européen d’architecture Philippe Rotthier en Bélgica.
Como autores, han contribuido significativamente a la literatura arquitectónica con libros como «Proyectos Encontrados» y «El Dibujo del Mundo». Recientemente, su influencia ha trascendido fronteras al ganar concursos internacionales en Corea del Sur. Y, también, al ser seleccionados para formar parte de las Bienales de España en 2014 y 2016 y premiados en 2022. Formando parte, además, del Pabellón español galardonado con el León de Oro.
Desde The Decorative Surfaces nos sumergimos en la trayectoria de María González y Juanjo López de la Cruz. Exploramos a fondo su enriquecedor camino y adentrándonos en su apasionante enfoque arquitectónico.
En vuestros proyectos, es evidente la relación estrecha entre la arquitectura y el entorno natural. ¿Cómo abordáis la integración de vuestros diseños en el paisaje circundante?
Paisaje o entorno construido, para nosotros son parte de una misma noción de contexto. Una noción que intentamos investigar para extraer de él claves que permitan que el proyecto interactúe con el lugar. A veces, esa interacción es a través de la integración porque tras la obra todo parece encajar. En otros casos, puede haber más fricción porque el proyecto sirve como herramienta que desvela situaciones del contexto que merece la pena poner de relieve. Un buen proyecto no es necesariamente el que respeta el contexto como está sino el que resalta una cualidad de él que es específica del lugar.
Uno de los pilares del Estudio SOL89 es la experimentación. ¿Podríais compartir un proyecto en el que hayáis aplicado enfoques innovadores y cómo ha influido en los resultados finales?
Frente a la noción de “innovación” nos sentimos más cómodos con el doble sentido de continuidad y cambio que posee una práctica como la arquitectura. La arquitectura es básicamente igual desde el principio de la humanidad. Una villa romana no difiere tanto de una casa patio contemporánea. Sin embargo, como la arquitectura se debe a su tiempo, podemos decir que toda arquitectura es diferente según cada momento de la historia. Esta es una cualidad paradójica de la arquitectura que la diferencia de otras artes: las necesidades del ser humano son esencialmente las mismas. Y, sin embargo, nuestro modo de vida va evolucionando y con ello cambia la arquitectura. Nuestras propuestas intentan tener siempre presente esa condición de continuidad con el pasado. Al tiempo que tratan de comprender las necesidades presentes y atisbar hacia dónde nos movemos. Cualquiera de nuestros proyectos, la Casa 10×10, la Casa de los nueve pórticos o la Casa de dos patios y medio, aportan soluciones constructivas. Soluciones espaciales y programáticas que son contemporáneas. Sin embargo, en esencia, son un castillo, un galpón y una casa patio sevillana.
Habéis publicado varios libros que exploran vuestro trabajo arquitectónico, ¿podríais hablarnos sobre alguno de vuestros libros más destacados y qué aspectos clave abordáis en ellos?
La escritura es una herramienta que nos resulta menos natural que el dibujo. Pero que, cuando podemos practicarla con calma, nos permite poner en orden las ideas. Los libros y textos que hemos escritos surgen a partir de nuestra práctica en el estudio confrontada con la investigación y la docencia. En ellos, hemos tratado sobre modos de intervenir en las preexistencias no necesariamente patrimoniales (Proyectos encontrados, Recolectores Urbanos 2012), sobre arquitectos que sentimos cercanos como Sverre Fehn (El dibujo del mundo, Lampreave 2014) o son textos en torno a la arquitectura de los espacios intermedios o de los estudios de nuestra generación en el contexto español que revelan la existencia de una arquitectura con preocupaciones comunes que anuda la periferia peninsular.
¿Cómo seleccionáis los materiales y cómo influyen en la estética y la experiencia espacial?
Nos reconocemos parte de esos arquitectos que intentan tener una relación clara con los materiales. Los cuales, se expresan de una manera directa, sin detalles constructivos excesivamente sofisticados y sin acabados que alteren demasiado su naturaleza primera. Procuramos que aporten una lectura del espacio tangible y tectónica. No retórica, pero que sí exprese su razón constructiva. Digamos que la geometría aporta un orden abstracto al espacio y la construcción matiza esa abstracción y la acerca a una percepción más sensitiva.
En vuestros diseños, se evidencia una preocupación por la sostenibilidad. ¿Podríais compartir algunas estrategias específicas que utilicéis para minimizar el impacto ambiental en vuestros proyectos?
Intentamos que los proyectos se construyan con materiales que se extraigan o produzcan desde lugares cercanos a la obra. Procurando que establezcan una relación con la costumbre constructiva del lugar, cuando la hay, y minimizando el esfuerzo energético del transporte. Aunque por desgracia, en muchos lugares los materiales genéricos se han convertido en la opción más inmediata para construir. Igualmente tratamos que la arquitectura que producimos se arrope de recursos sencillos. De recursos propios de la tradición meridional, que atemperen naturalmente las construcciones, mediante recursos muy básicos como ventilaciones cruzadas, orientaciones apropiadas y sombras arrojadas.
Habéis recibido numerosos premios y reconocimientos por vuestro trabajo. ¿Podríais compartir cómo ha influido este reconocimiento en la evolución de vuestro enfoque y en vuestro desarrollo profesional?
Los premios y los reconocimientos son estímulos que ayudan a continuar con el modo de trabajar por el que apostamos en nuestros inicios. También son una responsabilidad porque nos sentimos obligados a estar a la altura de los mismos. Al igual, sucede con el hecho de ser profesores en la Escuela de Arquitectura de Sevilla. También nos gusta contrastar nuestro trabajo en foros que van más allá de lo local. Y así, confirmar hasta qué punto lo que proponemos es capaz de establecer un diálogo con otras cosas que se están haciendo en el panorama nacional o internacional. Por eso, nos interesan los premios cuando detrás hay jurados prestigiosos. En todo caso, esto no tiene nada que ver con el trabajo diario, que es un asunto de concentración y precisión, alejado del eco que puedan producir nuestras propuestas.
En vuestros proyectos, equilibráis la estética y la funcionalidad. ¿Cómo abordáis esta intersección y cuál es vuestro enfoque para lograr un equilibrio exitoso?
Tenemos claro que la arquitectura es un servicio público. De ahí que las reflexiones para resolver las demandas funcionales y apurar los recursos disponibles siempre están muy presentes en nuestros proyectos. A partir de aquí, confiamos en que el proceso vaya aportando cuestiones más insospechadas. Cuestiones de tipo espacial, constructivo o geométrico. A veces surgidas de nuestros propios intereses. Y, otras, más azarosas, que finalmente aporten una experiencia perceptiva y vivencial intensa y específica.
¿Podríais hablar sobre vuestro proceso creativo y cómo abordáis la concepción de un nuevo proyecto arquitectónico desde la idea inicial hasta su materialización?
Comenzamos todos los proyectos con una doble conversación. Una con los clientes o futuros habitantes, en la que intentamos no tratar las cuestiones más evidentes sino aquello que es difícil plasmar en un programa de usos. Y otra, entre nosotros, para empezar a desmadejar el embrollo que nos parecen los proyectos al principio. Ambas conversaciones suelen estar mediadas por un lápiz y un papel en rollo que va desplegándose a medida que se plasman las primeras intuiciones. A partir de ahí, suele suceder que convergen las inquietudes que poseemos en ese momento de nuestra trayectoria como arquitectos con las cuestiones concretas del proyecto en cuestión. De modo que intentamos alcanzar una respuesta específica teñida de nuestros intereses genéricos. También procuramos que la ciudad, la estructura y la construcción estén presentes desde los primeros pasos.
Algunos de vuestros proyectos se han convertido en hitos arquitectónicos. ¿Podríais destacar alguno de ellos y compartir qué lo hace especial y relevante en el panorama arquitectónico actual?
No sabemos si podemos hablar en términos de hitos. Pero después de dedicarnos a proyectos de equipamiento público o intervención patrimonial, nos ha gustado mucho culminar una serie de casas. Que, a partir de un mismo punto de partida, la vivienda para una familia, nos han permitido ensayar respuestas muy diversas y específicas. En el otro extremo, estamos muy ilusionados con los tres proyectos que estamos desarrollando en Corea del Sur. Dos de ellos ya en construcción.
Por último, ¿qué metas y desafíos os habéis propuesto alcanzar en el futuro?
Nos gustaría continuar con un estudio de un tamaño acotado que nos permita estar presentes en todas las fases del proceso. Desde la conversación con el cliente hasta la construcción. Al tiempo que podamos trabajar en diversas escalas. Del pequeño proyecto al equipamiento o espacio público de mayor escala. Aspiramos a no especializarnos y a seguir dando respuestas específicas para cada proyecto. Así, comenzamos a dibujarlos sin saber a priori cómo van a acabar.
El estudio de arquitectura Sol89 destaca por su enfoque innovador tanto a nivel nacional como internacional. No obstante, lo que hace que esta entrevista sea aún más especial es la noticia de que María González y Juanjo López de la Cruz desempeñarán un papel fundamental como comisarios en la próxima edición de la XVI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU). Este compromiso con la promoción y celebración de la arquitectura contemporánea es un testimonio de su pasión y dedicación a la disciplina.