El término ecléctico viene del adjetivo griego εκλεκτός, que significa ‘escogido’, que a su vez deriva del verbo griego εκλέγω, ‘escoger’. De tal modo, en el campo artístico, lo ecléctico sugiere vida en tanto que se intuye como una obra en la que se introducen diferentes elementos que se entienden como un todo cuando se mezclan. Lo estético es entonces, aquellos elementos que trazan un pasado y se devuelven a lo contemporáneo en un mismo espacio y tiempo. Es de este modo como las vidas encuentran su por qué. Cuando la belleza rebrota de los detalles mundanos que se encuentran lejos de sembrar el caos si se aprecian con la mirada correcta.
En el campo de la arquitectura y el interiorismo, estos elementos que se incluyen para formar un sublime proyecto de estilo ecléctico, pueden ser apreciadas en sus características estructurales, motivos decorativos o mobiliario, entre otros. Es de este modo como, a través de la introducción y mezcla de estilos concretos, se consigue crear un valor estético. Este permite elevar el proyecto en función de su idoneidad.
En The Decorative Surfaces mostramos ejemplos del modo en el que este estilo arquitectónico, surgido en siglo XIX y también denominado historicista, reaparece en el diseño de interiores. Dos campos que podrían ser revelados como una metonimia de lo humano. Un mundo exterior que acompaña a un alma que no podría ser sin continente. De tal modo, lo nuevo es creado a partir de lo antiguo, proporcionando un sentido estético que es apreciado en su originalidad y personalidad. Único.
Eclecticismo poético en interiores
El diseño de interiores entendido desde lo ecléctico podría resultar poético en tanto que todo tiene un determinante lingüístico. Un elemento no es original en sí mismo, sino por aquello a lo que acompaña.
El alma de los elementos interiores proporciona la luz necesaria para crear entornos mágicos y sensoriales a través de la unión de diferentes estilos.
Contraste y armonía en un mismo espacio
Con la finalidad de exponer una línea temática que limite el caos y la mezcla desordenada, se establecen ciertos parámetros en el momento de incluir diferentes estilos en un mismo espacio. La composición de un interior se entiende como un todo. Donde el cuidado y la dedicación se resuelve en la paleta cromática, la combinación de texturas y la lejanía de los estilos.
Con esta resolución se encuentran diferentes espacios de interior que combinan un estilo sereno, neutro y pausado, como es el minimalista, con un estilo colonial. La mezcla de estilos muy extendidos en el tiempo permite romper con lo cotidiano y lo esperado, devolviendo fuerza al espacio interior del mismo modo que la sorpresa inunda el alma.
La inspiración es la inflexión de la perfecta combinación de estilos en el diseño de interiores, ya que es a través de ésta de la que se alimenta el proyecto. Se trata de una extensión de referencias a través de lo histórico, lo artístico o lo natural, que enmarca la integración completa del diseño.
Tras la diversidad de los objetos se encuentra el contraste. Mientras que la dedicación sosegada en el proyecto, construyen la armonía que logra, sin lugar a dudas, la perfecta unidad en un marco interior sumergido en lo historicista y vivífico.
Es la elección a través de los instintos la que permite encontrar la belleza en lo convencional. Del mismo modo que la mezcla de referentes forma parte de la identidad individual. Permitiendo el cambio y concluyendo que, al fin y al cabo, se trata de escoger.