En la Europa de los años 70, el movimiento high tech supuso un nuevo paradigma en el sector de la arquitectura. Acogiendo elementos industriales y tecnológicos, se concibieron algunos de los proyectos más reconocidos en la actualidad. Como, por ejemplo, el Edificio Lloyd, en Londres. Fue diseñado por uno de los grandes referentes de este movimiento, Richard Rogers.
Junto a Rogers, otros consagrados arquitectos como Norman Foster dieron forma a un nuevo estilo marcado por el protagonismo de los elementos técnicos, dispuestos en el exterior de fachadas, puentes y viaductos. Un claro ejemplo de ello es el viaducto de Millau, en Aveyron (Francia) de Norman Foster.
Sin embargo, si se menciona un proyecto pionero de tal movimiento, marcado por un fuerte diseño y filosofía industrial, se ha de poner el foco en el Centro Pompidou en París. Un proyecto de Richard Rogers y Renzo Piano. En él, todos y cada uno de los elementos y sistemas tecnológicos, se dispusieron en una reconocida y majestuosa fachada.
Pero ¿qué hay detrás de este movimiento y cómo evoluciona? En el post de hoy descubriremos las ideas que llevaron a Rogers y Piano a proyectar un edificio que marca el inicio de una estética innovadora. Un movimiento high tech que se disuelve en la contemporaneidad al evolucionar formalmente hasta la arquitectura postmoderna. Y que también inicia un camino hacia una arquitectura sumergida en la implicación medioambiental dando lugar al movimiento eco tech.
El surgimiento del movimiento high tech
La arquitectura high-tech fue referenciada como tal a partir de la publicación de “High Tech: The Industrial Style and Source Book for The Home”, en 1978. Este libro de los críticos de diseño Joan Kron y Suzanne Slesin, muestra el trabajo de arquitectos del momento y su apropiacionismo de elementos industriales a los cuales les dotaron de una función doméstica. Dentro de las principales características de este movimiento arquitectónico y estilístico se puede encontrar una fuerte influencia e inspiración de la época industrial. A través de ella, se llevó a cabo el uso de estructuras de acero, paredes de vidrio, o elementos técnicos a la vista exterior.
De este modo, tal y como se ha mencionado, si existe un proyecto arquitectónico capaz de recoger la filosofía high tech, se debe realizar mención al Centro Pompidou (París, Francia).
Centro Pompidou, Paris (Francia)
El Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París, fue diseñado por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers en 1971. Inaugurado en 1977, el Centro Pompidou se consagró como uno de los primeros edificios de estilo high tech. En él, se evidencia la estética y el juego creativo del propio espacio. Además, este espacio hace evidente la complejidad técnica disponiendo los componentes técnicos y funcionales de la construcción a la vista del transeúnte, en la fachada de este.
Así, su fachada hace visible la estructura portante o de cargas, los conductos de ventilación y de aire acondicionado, su escalera mecánica, o los transformadores, entre otros elementos. Al disponer esto en el exterior del edificio, el interior es absoluto y diáfano. Protagonizado así, por una imponente luz natural que atraviesa el vidrio que mantiene una función de pared. Además, también por la presencia de enormes vigas que juegan paralelas entre sí y perpendiculares a la fachada. Así mismo, en el interior se disponen falsos techos para proteger las importantes obras de arte allí exhibidas.
El Centro Pompidou, dedicado al arte y la cultura, contrasta enormemente con los edificios circundantes debido a su estética atrevida y colorista que recibe influencia del grupo Archigram. De los elementos más destacados del propio proyecto se encuentra la plaza. Si bien no forma parte de la estructura, su proyección sí fue decisiva para que Renzo Piano y Richard Rogers ganaran el concurso del proyecto. Esta plaza es, hoy en día, un lugar público. Para el despliegue cultural y ciudadano. En ella, vuelven a surgir como elementos propios del Pompidou. Enormes tubos que son en realidad respiraderos del aparcamiento subterráneo del Centro.
Sin lugar a duda, el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou de París, se ha convertido en uno de los edificios más emblemáticos de la capital francesa. Marcando un hito de este movimiento que supuso un paradigma en el sector de la arquitectura contemporánea.
Del high tech al posmodernismo arquitectónico
Tras el Pompidou, Richard Rogers y Renzo Piano tomaron caminos distintos para proyectar diferentes arquitecturas. Si bien se sumergían en este movimiento, definían un estilo propio. Así se aprecia otro de los proyectos más relevantes dentro del high tech. Un edificio que camina hacia los inicios de una era posmodernista. Se trata del Edificio Lloyd’s en Londres, de Richard Rogers, inaugurado en 1986.
Edificio Lloyd’s, Londres (Reino Unido)
Este edificio es el resultado del diseño presentado por Rogers al concurso internacional organizado por la empresa en 1978. Se trata de una enorme muestra del modo en el que este movimiento fue avanzando hacia una estética mucho más futurista. Del mismo modo que se planteó en el Pompidou, el edificio Lloyd’s exterioriza escaleras, ascensores, conductos de electricidad y sistema de suministro de agua. De esta manera, permite liberar un interior que se muestra diáfano.
Con una estética innovadora, Rogers hace comprender al espectador la estructura del propio edificio gracias a su expresividad y legibilidad. Con este diseño construido en vidrio, hormigón y acero inoxidable, el arquitecto proyectó un bloque de oficinas rectangular dispuestas alrededor de un atrio. Conocido como The Room, fue cubierto con una bóveda de cañón de cristal, aportando una enorme luminosidad natural al interior del edificio. Sin embargo, si existe un elemento diferenciador a parte de los comentados, el edificio Lloyd’s destaca por su majestosa flexibilidad. Permite sencillas y futuras modificaciones en función de los servicios necesitados.
Del high al eco tech a través de Norman Foster
Con la crisis del petróleo en 1973, muchos de estos edificios supusieron un enorme problema debido a los altos costes del mantenimiento de materiales como el vidrio y su importante gasto energético. Es por lo que para solventar la problemática y adecuarse a las nuevas preocupaciones respecto al gasto energético, arquitectos como Piano y Rogers, se unieron a un importante grupo. Un grupo que se fundó en 1993 durante la Conferencia Internacional de Florencia sobre la energía solar en la arquitectura y el urbanismo. Este grupo, fundado como READ contaba con relevantes figuras de la arquitectura contemporánea como el aclamadísimo Norman Foster. Este, se considera que ha revolucionado la manera de ver y entender la arquitectura.
Aunque las oficinas centrales de la Hong Kong and Shanghai Banking Corporation en Hong Kong (1986), ha sido considerado como su obra maestra, Norman Foster ha seguido implicado en una estética high tech más sostenible a nivel medio ambiental. Un excelente ejemplo de ello es 30 St Mary Axe, conocido popularmente como The Gherkin.
Rascacielos 30 St Mary Axe, Londres (Reino Unido)
Inaugurado en 2004, The Gherkin se alza como uno de los hitos relacionados con el medio ambiente y el diseño. Este proyecto de Norman Foster constituye hoy en día una de las imágenes más icónicas del Skyline de Londres.
Con una altura de 180 metros, el proyecto arquitectónico de Foster destaca por su estructura tipo Diagri. Un diseño estructural de ingeniería y arquitectura que Foster ya empleo en otros proyectos. Como, por ejemplo, en la Torre Hearst. En ella hay grandes armazones de acero basado en vigas y soportes ensamblados en forma triangular. Estos, favorecen el ahorro energético al permitir la creación de ejes que sirven como sistema natural de ventilación. Además, el empleo del vidrio se sujeta a un sistema de calefacción solar y un aprovechamiento de luz natural evidente.
The Gherkin supone un gran ejemplo de cómo, desde el Centro Pompidou, materiales como el vidrio y el acero han servido para implementar una estética basada en una influencia industrial. Proyectos que se caracterizan por la funcionalidad. Sin dejar de lado un enorme juego creativo que ha sido demostrado en cada uno de los proyectos. Proyectos que han sido liderados por los excelentes arquitectos que formaron, y forman parte de este movimiento.