Charlamos con David García-Asenjo, arquitecto especializado en edificación y doctor en Proyectos Arquitectónicos Avanzados con la tesis “Estrategias de proyecto en la arquitectura sacra contemporánea española”.
Cuéntanos, ¿cuándo te comenzó a interesar la arquitectura? ¿Siempre sentiste interés por las edificaciones?
Nunca me vi capacitado para la arquitectura, aunque siempre me gustó, pero en una charla en el instituto un arquitecto me hizo ver lo interesante que era la carrera y ahí me animé.
¿Qué es lo que más te apasiona de tu profesión?
Que admite muchos campos de trabajo. Desde idear los espacios donde va a vivir la gente hasta solucionar los problemas que puedan tener relacionados con esos espacios. Y la investigación sobre su historia.
¿Qué importancia tiene el estudio de la arquitectura más representativa y sus principales arquitectos?
Ayuda a comprender los mecanismos de la mejor arquitectura y cómo crecen y evolucionan las ciudades, incluidos los errores que se han podido cometer.
Qué conclusiones extraes sobre la arquitectura religiosa contemporánea española a través de las investigaciones realizadas para tu tesis doctoral?
La principal es que el principal responsable de que exista buena arquitectura es un cliente que apueste por ella. Incluso aunque no haya muchos medios para realizarla. Y que la colaboración entre arquitectos y artistas ayuda a crear espacios más completos.
¿Cuáles son los materiales con los que más te gusta trabajar para acabados? ¿Por qué?
Depende de cada proyecto. Normalmente trato de que se ajusten al máximo a los medios del cliente. Y trato de que no sean imitaciones de otros materiales y de que sean lo más sencillos posible. Me gustaría trabajar con materiales nobles como la madera o la piedra.
Eres crítico de arquitectura en el periódico El Español. ¿Notas un interés elevado por parte del lector de medios generalistas por la arquitectura? ¿Cuáles son las reflexiones más recientes en las que te gustaría incidir?
He recibido muy buena respuesta de los lectores no especializados con los artículos que he escrito. La arquitectura está por todas partes. Pero hay un problema de inmediatez en los medios que impide una reflexión pausada o que se aleje de polémicas ocasionales. Y la principal reflexión es sobre la valoración de la arquitectura contemporánea como un elemento a proteger como bien cultural. Se ha avanzado con la histórica, pero no se percibe cómo la contemporánea refleja los valores de una época. Se valora la cultura actual pero la arquitectura ha quedado fuera de foco. O al menos eso creen en muchos medios. Hay interés en conocerla pero no se le da el espacio para permitir descubrirla.
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