Tan difícil es crear como convertir la intervención del arquitecto en un legado más allá del que queda en el entorno donde se practica. En The Decorative Surfaces ponemos esta semana los ojos en los principales y más prestigiosos premios internacionales que se conceden a los profesionales de la arquitectura y el interiorismo.
Premio Pritzker
Cuando en 1978, Yvone Farrel y Shelley McNamara fundaron su estudio de arquitectura, Grafton Architects, aún no existía el Premio Pritzker. Uno de los reconocimientos más prestigiosos y referentes para profesionales de la arquitectura de todo el mundo. Este premio es concedido por la Fundación Hyatt desde 1979. Ya guardan en sus vitrinas 47 arquitectos de prestigio que han sido laureados en las 42 ediciones en que se ha entregado el galardón.
Estas irlandesas de nacimiento, de origen profesional y profesoras de vocación, han sido las últimas acreedoras del galardón en 2020. Para ambas, la arquitectura no se comprende sin la necesaria transmisión de conocimiento a través de la explicación de los proyectos que hacen historia al levantarse. Siempre con el respeto al entorno en que se ubican.
Como anécdota geográfica, el Pritzker ya lo han recibido arquitectas y arquitectos de todos los continentes. Salvo de África. ¿Será la edición de 2021 la que apunte a intervenciones emblemáticas de un profesional africano?
Medalla Alvar Aalto
La Medalla Alvar Aalto es otro premio prestigioso que concede desde 1967 el Museo Finlandés de Arquitectura y la Asociación Finlandesa de Arquitectos. En ellos se conmemora el legado creativo de su Maestro. El común denominador a los profesionales que reciben tamaño honor pasa por la capacidad creativa de sus intervenciones. Aalto consiguió incentivar la armonía como valor esencial de la arquitectura.
Una armonía practicada, según el jurado, por el hasta la fecha último propietario del galardón, el chino Zhang Ke (Estudio ZAO). Quien lo obtuvo en 2018 por su trayectoria, en una permanente apuesta combinada entre paisaje y arquitectura y en una convivencia natural pura. En ella prima la preservación por encima de la demolición.
Medalla de Oro del RIBA
Puede considerarse el galardón más longevo del ramo. La Medalla de Oro del Royal Institut of British Architects es un obsequio anual que concede la reina Isabel II en nombre de los arquitectos británicos. Suma ediciones desde 1848.
En el viaje arquitectónico emprendido desde ese año por tres siglos hasta nuestros días, el premio se erige en referente o enciclopedia de los nombres que han marcado la historia de la especialidad. Así, Charles Robert Cockerell, Charles Follen McKim, Ernest Newton, Frank Lloyd Wright, Le Courbusier, Kenzö Tange, Berthold Lubetkin, Norman Foster, Rafael Moneo o Zaha Hadid componen ejemplos del trayecto histórico y del legado de estos referentes de la arquitectura global.
La excepción se da en 1999. Cuando en vez de a un profesional, la institución concedió la Medalla de Oro a Barcelona. El fallo del jurado justificó la singularidad en la regeneración conseguida por la ciudad “en las dos décadas posteriores a la restauración de la democracia» y por «proveer de un brillante ejemplo a otras ciudades, especialmente Londres». Por ello, el RIBA «dispuso romper con la tradición a fin de rendir homenaje a la ciudad, su Gobierno, sus ciudadanos y sus artistas del diseño».
Premio Aga Khan
El Premio Aga Khan de Arquitectura se otorga desde 1977 cada tres años. Los proyectos galardonados establecen nuevos estándares de excelencia, planificación, preservación histórica y arquitectura del paisaje. El premio que, hasta 2019 ya había sido concedido a más de 120 proyectos, busca identificar y fomentar conceptos de construcción que aborden con éxito las necesidades y aspiraciones de las sociedades en las que los musulmanes tienen una presencia significativa.
En la última oleada trianual de galardones, el grupo IDOM de Bilbao (España) recibió uno de ellos por el aulario que proyectó en el Campus de la Universidad Aliune Diop de Bambey (Senegal). El estudio se enfrentó al reto de un enclave que llega a superar los 40ºC de temperatura. Gracias a su intervención, los alumnos desde 2017 pueden atender las sesiones formativas en un entorno más fresco. Todo ello gracias a la utilización de materiales basados en una rejilla estructural con hormigón, vigas y postes que facilitaron la prefabricación in situ. Asimismo, el techo de chapa a modo de sándwich reflectante desliza el aire caliente hacia fuera con un refuerzo bioclimático en su interior a base de grava y vegetación.
El Premio Aga Khan de Arquitectura es parte de la Red de Desarrollo Aga Khan (AKDN). Hoy en día opera en 30 países y emplea alrededor de 80.000 personas. La mayoría de ellas se encuentran en países en desarrollo como el del ejemplo citado de Senegal.
Premio Driehaus de Arquitectura Clásica
La última parada por los galardones arquitectónicos mundiales la realizamos en la referencia más secular, en lo que a tendencias se refiere. El Premio Driehaus, que otorga desde 2003 la Escuela de Arquitectura de la Universidad Notre Dame, de Indiana (Estados Unidos). Este se fija en los arquitectos que practican la herencia arquitectónica más clásica y tradicional. Y, por encima de proyectos concretos, lo que reconoce este galardón son las trayectorias profesionales.
A pesar de que la ceremonia de entrega de la edición 2020 se canceló a consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus, el ganador de este año es el tailandés Ong-ard Satrabhandhu. Su trabajo, según Michael Lykoudis, presidente del jurado del galardón, demuestra innovación dentro de la tradición; sus proyectos tienen una belleza única que resulta de incorporar lecciones extraídas de años de estudio en diversas culturas. Los edificios resultantes de su trabajo se mezclan a la perfección con las tradiciones vernáculas de Tailandia».