Tras la designación de Valencia como Capital Mundial del Diseño en 2022, The Decorative Surfaces emprende una serie de artículos para acceder a las singularidades de las siete ciudades o regiones que ya han tenido el privilegio de ostentar la capitalidad.
En sentido cronológico decreciente, comenzamos nuestra incursión en la Metrópoli de Lille. Este enclave urbano pertenece al departamento Norte y a la región Alta de Francia con 90 municipalidades y más de 600 empresas dedicadas al diseño. Durante este 2020 tiene el privilegio de ostentar el centro de los focos mundiales del diseño, las artes y la creatividad bajo el lema ‘el diseño es capital’.
Descubriendo Lille
Su urbe, situada en un lugar estratégico entre Bruselas, París y Londres es desde el 6 de diciembre de 2019, momento en que dio pistoletazo de salida a las actividades propias de la capitalidad mundial del diseño, un enjambre de talento en torno a los puntos clave de la celebración. Con todo, la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha suspendido por ahora la segunda oleada de propuestas. Su inicio estaba previsto para el 29 de abril. Un hito sanitario por el que también será recordada esta edición. Como todos los eventos y ferias previstos para la temporada anterior al verano y, puede que para la de otoño-invierno.
Sin embargo, los encantos de la Metrópoli de Lille siguen ahí. Aún con la pausa puesta en la agenda e intangibles de la cita, los tangibles nos permiten aprovechar para emprender un paseo por sus enclaves arquitectónicos más llamativos. Uno de ellos lo encontramos nada más llegar a la capital, Lille, si escogemos el medio de transporte ferroviario y su estación, obra del arquitecto urbanista Jean-Marie Duthilleul.
El estilo del autor desembarca en 1994 en Lille. Este año coincide con la inauguración del corredor de alta velocidad París-Londres con parada en esta capital mundial del diseño. Duthilleul es el artífice de otros proyectos emblemáticos vinculados a la movilidad como: la estación del aeropuerto Charles De Gaulle –Charles De Gaulle nació en Lille-, la de Montparnasse y la de Saint Denis, en Francia; o la de Wuhan, en China.
Su estilo está marcado por defender estructuras abiertas a las ciudades. Esto, combinado con la funcionalidad, la accesibilidad y la convivencia de éstas con el desarrollo urbano de las ciudades, queda de manifiesto en la estación de Lille. Estas características la convierten en epicentro de las comunicaciones durante la cita de 2020.
Urbanismo, emprendimiento y ecosistema ‘startupero’
Su céntrica ubicación, su marcado carácter emprendedor, junto a los principales edificios de oficinas y del ecosistema ‘startupero’ francés, y su proyección a alta velocidad hacia Londres, Bruselas y París, refuerzan una extraordinaria ubicuidad de la capital en su entorno. Un entorno nuevo, dinámico y referente del diseño urbano reforzado, aún más si cabe, por el barrio de Euralille. Esta ciudad de negocios fue concebida por el reconocido arquitecto neerlandés, Rem Koolhas. Un barrio que expresa proyección hacia un futuro tan directo como el que promete Lille ahora en 2020. Como ya hizo en 2004 cuando compartió con Génova la Capitalidad Cultural Europea de la Cultura.
Los POC
Según el comité impulsor de las capitalidades mundiales del diseño, con sede en Montreal, la elección de Lille para la edición de 2020 residió en sus singularidades para combinar la esencia marcada por la herencia de los proyectos del pasado y su integración en los del presente y futuro.
En respuesta a esa muestra del carácter de los lileses, surgen en el programa de la capitalidad los POC. Una convocatoria en cinco ‘casas’ o espacios habilitados para tal fin de 600 experimentos abiertos para comunidades, empresas, universidades, lugares culturales y asociaciones con el apoyo de diseñadores. Una idea para incubar y probar proyectos en procesos de diseño marcados por cuatro etapas. Estas son: comprender las necesidades, imaginar respuestas, experimentar con ideas e implementar soluciones.
Con la pausa del COVID-19, tras superar la crisis sanitaria, podremos acceder al talento surgente de dichos experimentos en los cinco espacios diseminados por la Metrópoli: la Maison Folie de Wazemmes (Lille), Saint so Bazaar (Lille), Convent des Clarisses (Roubaix), La Biotope (Lille) y La Chaufferie Huet (La Madeleine).
Mayor agencia de diseño colaborativo del mundo
Un programa de actividades que, en palabras de Damien Castelain, presidente del comité Lille Metropole 2020, persigue convertir la región en “la mayor agencia de diseño colaborativo del mundo”. Así como reinventar “nuestras industrias, nuestro paisaje, nuestro espacio geográfico y nuestra sociedad en respuesta a los problemas que enfrenta el mundo”.
El skyline de la ciudad cabecera de la Metrópoli de Lille se completa con la misma filosofía bajo una perspectiva más clásica, a partir de las estructuras del presente procedentes de situaciones históricas del pasado. Tomando como punto de partida para un paseo virtual La Grande Place, recorremos atractivos arquitectónicos. Algunos como el Teatro Sebastopol, el Palacio Rihou, de influencia gótica, o la Ciudadela Vauban. Sebástien La Pestre, concebida a finales del siglo XVII como fortaleza militar a orillas del río Deûle, hoy se erige en pulmón natural e inspirador de la ciudad. Además, es uno de los símbolos más identificables de Lille.
También son seña de identidad de la capital los más de 110.000 estudiantes menores de 25 años que pueblan los campus y centros tecnológicos de la región. Uno de ellos, la Escuela Nacional Superior de Arquitectura y Paisaje (ENSAPL), asentada en Villeneuve d’Ascq, se ha convertido en referente internacional y cantera de jóvenes talentos del diseño y de la arquitectura globales.
