La arquitectura de los rascacielos ha dejado una huella imponente en las grandes urbes de todo el mundo siendo una de las formas más inspiradoras y recientes de arte público. Testigos del crecimiento y desarrollo de las ciudades han desafiado desde sus orígenes los límites de la ingeniería y el diseño arquitectónico.
La creciente densidad de población y la limitada disponibilidad de terrenos llevaron a los arquitectos a buscar soluciones para aprovechar al máximo el espacio vertical. El origen de los rascacielos se remonta a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en el contexto del auge de las ciudades y la Revolución Industrial. Construyéndose, así, los primeros entre 1884 y 1939 principalmente en las ciudades estadounidenses de Nueva York y Chicago.
Rascacielos emblemáticos
Uno de los primeros rascacielos emblemáticos es el Home InsuranceBuilding. Considerado uno de los hitos más importantes en la historia de la arquitectura. Su importancia radica en que fue el primer rascacielos de la historia moderna. Además, sentó las bases para el desarrollo de la arquitectura de gran altura en todo el mundo.
Fue construido en Chicago en este periodo y diseñado por William Le Baron Jenney. Fue el primer edificio en utilizar una estructura de acero como marco principal. Previo a su construcción, los edificios altos se construían principalmente con estructuras de mampostería pesada. En este sentido, se limitaba su altura y estabilidad. Jenney fue quien introdujo la idea revolucionaria de usar un esqueleto de acero para soportar la carga del edificio. Así, permitió construir más pisos de manera segura.
El uso del acero como estructura principal en el Home InsuranceBuilding abrió nuevas posibilidades al diseño arquitectónico eliminando la necesidad de muros de carga pesados. Este avance permitió que se pudieran crear fachadas más livianas y permitir grandes ventanales. Así, mejoró la iluminación y ventilación natural en los interiores. Esta innovación transformó la forma en que se concebían y diseñaban los edificios altos. Se allanó el camino para el desarrollo de rascacielos modernos en todo el mundo.
A medida que avanzaba el siglo XX, las técnicas de construcción y los materiales evolucionaron, lo que permitió la construcción de rascacielos aún más altos y audaces. Uno de los avances más significativos que perpetuó y consagró este cambio fue el uso del hormigón armado. La Torre de Woolworth fue diseñado por Cass Gilbert y construida en Nueva York en 1913. Además, fue uno de los primeros rascacielos en utilizar este material levantando este edificio de 57 pisos y marcando un hito en términos de altura y elegancia arquitectónica.
Ilustración 1 – Rascacielos en Nueva York – Imagen Unsplash
Torre de Shanghái, Shanghai
El diseño en espiral marca la distinción de la Torre de Shanghai, uno de los rascacielos más altos del mundo que alcanza los de 632 metros. En el momento de su finalización en 2015, se convirtió en el segundo rascacielos más alto del mundo solo superado por el Burj Khalifa en Dubái simbolizando el desarrollo y la modernidad de Shanghai. Representa el crecimiento económico y tecnológico de China. También, su estatus como centro financiero y comercial global además de destacar el talento y la innovación de los arquitectos y constructores asiáticos.
La forma que lo caracteriza no solo es estéticamente atractiva, sino que también ofrece beneficios funcionales, como la reducción de la fuerza del viento y la maximización de la luz solar natural. A lo largo de la torre se encuentran jardines suspendidos conocidos como «SkyGardens». Son unas áreas verdes que proporcionan espacios al aire libre para los ocupantes mejoran la calidad del aire. Además, ofrecen vistas panorámicas de la ciudad cuya función es ayudan a regular la temperatura y la humedad dentro del edificio. En la parte superior de la torre, se encuentra un observatorio panorámico que ofrece vistas impresionantes de la ciudad y sus alrededores. Proporcionan a los visitantes una experiencia única y una perspectiva incomparable de la ciudad en constante evolución y progreso.
Ilustración 2 – Panorámica del Skyline de Shanghai – Imagen IStock
La torre de las comunicaciones y observación
Diseñada por la firma de arquitectura John Andrews Architects, fue construida entre 1973 y 1976. La CN Tower destaca por su forma estilizada y su delgada sección central que se ensancha hacia la parte superior. Proporciona arquitectónicamente una apariencia estética impresionante, además de optimizar la resistencia estructural y la estabilidad del edificio.
En su materialidad se compone por elementos de construcción de alta calidad y tecnologías avanzadas en la que la estructura principal de la torre es de acero estructural. Permite proporcionar la resistencia y rigidez necesaria para soportar las cargas verticales y laterales. El uso de acero también permitió construir una estructura liviana y resistente. El vidrio, otro de los elementos característicos, se empleó en las ventanas y plataformas de observación, permitiendo vistas panorámicas impresionantes de la ciudad y sus alrededores.
Ilustración 3 – Cn Tower en Toronto – Imagen IStock
One Vanderbilt y su adaptación a la nueva era
El edificio de One Vanderbilt fue diseñado por la reconocida firma de arquitectura Kohn Pedersen Fox e inaugurado en 2020. El edificio de 427 metros está situado en Nueva York. Presenta una fachada de vidrio y acero que le confiere una apariencia moderna y elegante debido a su estructura esbelta y cónica.
Su base escalonada se integra de manera armoniosa con la arquitectura histórica de la cercana Grand Central Terminal. Así, configura una transición suave entre el edificio y la estación de trenes. Además, al mismo tiempo, proporciona un amplio espacio público alrededor de la estructura.
El diseño interior, concebido para crear un ambiente de trabajo moderno y funcional, cuenta con amplios espacios de oficinas con vistas panorámicas de la ciudad a través de sus grandes ventanales. Diseñado con un enfoque en la sostenibilidad, el edificio está certificado por LEED, Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental. Además, cuenta con características ecoamigables. Como, por ejemplo, sistemas de energía eficientes, tecnología de ahorro de agua y una envolvente térmica de alto rendimiento.
Ilustración 4 – Vista del amanecer de Midtown Manhattan – Imagen IStock
La construcción en altura se ha convertido a lo largo de las décadas en una solución eficiente para aprovechar el espacio limitado en las grandes ciudades. Los rascacielos permiten construir hacia arriba en lugar de expandirse horizontalmente, lo que los hace ideales para ciudades densamente pobladas. Estos edificios contemporáneos integran tecnología, sostenibilidad y eficiencia en su diseño. Lo que proporciona una respuesta eficaz a las demandas cambiantes de las ciudades en crecimiento.
