Lacol Cooperativa de Arquitectos fue fundada en 2009 por un grupo de estudiantes de arquitectura de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB-UPC).
La Borda es su proyecto más destacable, ya que esta cooperativa de viviendas en cesión de uso, se ha convertido en el símbolo de la nueva manera de entender el espacio y las personas. Este proyecto fue galardonado en la 3ª Muestra de Arquitectura de Barcelona, recibió el Premio Ciudad de Barcelona 2019 de Arquitectura y Urbanismo y consiguió que obtuviesen el Premio Arquitectura Emergente en los Premios de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea.
También fueron galardonados en los Premios AJAC XII por el proceso participativo «La Model se abre a la ciudad». Además, las mujeres de Lacol recibieron el Premio Moira Gemmill de Arquitectura Emergente 2021, en el marco de los W Awards.
Lacol Cooperativa de Arquitectos trabaja desde la arquitectura para la transformación social, utilizándola como una herramienta para actuar de forma justa y solidaria, empezando por un sistema de trabajo horizontal. Sus intereses están relacionados con la calidad de vida de todas las personas que comparten la ciudad.
¿Quiénes son vuestros referentes en el sector de la arquitectura?
Nos suelen hacer esa pregunta, y es complicado responder porque somos muchos y cada uno aporta su punto de vista. Hay muchos arquitectos referentes para nosotros, pero si tuviésemos que quedarnos con uno que nos inspire, sería Lacaton & Vassal, quienes tienen en cuenta los mismos valores que nosotros a la hora de realizar sus proyectos: el social, la sostenibilidad, la innovación y el bajo coste.
¿Qué es lo que más os interesa de la sociología urbana?
Lo que nos interesa en Lacol, y a mí personalmente de la sociología urbana, es todo aquello relacionado con lo humano y lo social, todo aquello que tiene que ver con la arquitectura. Nosotros creemos que nuestro trabajo tiene un impacto en las personas y en la sociedad, y eso es lo realmente interesante, ver como la arquitectura influye en nuestra forma de vida.
La Borda es un proyecto de éxito contrastado, ¿por qué cuesta tanto implementarlo en la sociedad a escala general? ¿Existe una barrera mental?
Hay muchas barreras, La Borda fue innovador en muchos aspectos, algunos de los cuales todavía no son 100% admitidos en nuestra sociedad. Desde el modelo de tenencia -de no ser propietarios ni inquilinos, sino tener esta cesión de uso de por vida, pero con la que no puedes especular-; a modelos de convivencia de viviendas más pequeñas, pero con más espacios compartidos con tus vecinos y vecinas; hasta temas de sostenibilidad, de un edificio basado en una reducción de la demanda que te obliga a vivir de una forma más sostenible. No todo el mundo está preparado o quiere vivir así.
¿Creéis que este tipo de proyectos son el futuro de la arquitectura?
Todavía estamos lejos de que sea el futuro mayoritario, pero sí nos parece un futuro más realista e interesante. El futuro no se puede basar en el consumo sin fin de recursos, en vivir cada día de forma más automatizada e individualizada, por lo que este tipo de proyectos sí que abren un futuro más prometedor y esperanzador.
¿Qué lo hace singular?
Proyectos como La Borda, son totalmente novedosos es nuestro país, por su concepto y por la gran cantidad de ítems que reúne. Hay edificios más sostenibles, edificios más comunitarios, proyectos más radicales a nivel de propiedad y de tenencia… Pero un proyecto que aúne tantas cosas distintas, no lo ha habido hasta ahora: La Borda ha sido el primero. Ahora por suerte, hay algunos más que lo siguen.
Según vuestra experiencia, ¿existen modelos de ciudad con los que la gente podría acceder a una vivienda?
Proyectos como La Borda forman parte de un movimiento para el derecho a la vivienda más amplio. Entendemos que hay muchas cosas que van más allá y nosotros somos partidarios de poner el derecho a la vivienda por delante de otras muchas cosas. Por ejemplo, para nosotros, el derecho a la vivienda debería estar muy por delante de pisos vacíos y de usos especulativos de la vivienda.
Según nuestro criterio, las cooperativas en cesión de uso son una de las herramientas que podemos usar para combatir esta falta de vivienda asequible en las ciudades.
¿De qué forma abordáis los proyectos en Lacol?
Nos gustan los proyectos en los que podemos hacer participar a la comunidad. Futuros usuarios y usuarias con los que podemos dialogar, debatir y decidir cómo tiene que ser el futuro y el diseño del proyecto. Siempre intentamos ir un poco más allá en todos nuestros proyectos y sobre todo con una mirada eco-social y también de sostenibilidad, sin olvidar una capa social, que se centra en incluir a todo el mundo y no dejarnos a nadie atrás. Por ejemplo, ahora estamos haciendo proyectos de rehabilitación de vivienda en barrios muy pobres gracias a la Next Generation de la Unión Europea, y es un tipo de proyecto que nos enorgullece mucho.
¿Cuáles son para vosotros, los valores más importantes que os gustaría transmitir como profesores del Máster Universitario de Diseño, en el centro universitario de artes y diseño de Barcelona?
Nos gusta aportar en las clases esta visión social de la que hemos hablado anteriormente. Es decir, trabajar desde el mundo del diseño incluyendo a las personas, escuchándolas de verdad, debatiendo con ellas, no trabajar solo desde el despacho ni desde el ego del creador. Todas estas carreras de diseño, arquitectura, etc, nos han enseñado durante a creer que somos unos enormes creadores y que estamos por encima del bien y del mal. Lo que pretendemos es rebajar estos humos y acercarnos un poco más a la cotidianidad, a la gente, al usuario real y no tanto trabajar para salir en las revistas. Este es uno de los principales valores que queremos transmitir en nuestras clases.
¿Qué esperáis de la arquitectura en el futuro?
No somos pesimistas, creemos que tenemos herramientas para generar un futuro mejor y para mejorar la forma de vivir de las personas. Pasamos más del 90% de nuestra vida en espacios construidos por el hombre, y podemos hacer que esto sea bueno o malo.
Para nosotros, es importante que la arquitectura responda a las distintas necesidades de los seres humanos, no a un patrón uniforme de ser humano único.
Lacol trabaja para generar infraestructuras comunitarias para la sostenibilidad de la vida, mediante la arquitectura, el cooperativismo y la participación. Es decir, fomentan la economía sostenible y social y trabajan tratando de reducir el impacto ambiental y mejorar el día a día de sus habitantes.
