Francesc Rifé fundó en 1994 el estudio pluridisciplinar que lleva su nombre y en el que lleva a cabo un trabajo ordenado, equilibrado y sobrio. Rifé destaca por sus proyectos minimalistas, los cuales tienen proyección tanto a pequeña como a gran escala, y han conseguido múltiples reconocimientos internacionales como Contract World, Red Dot, ICFF Editors, HiP in Chicago, FAD y varios premios ASCER.
En la actualidad, Francesc Rifé Studios cuenta con un equipo de profesionales, los cuales son capaces de abarcar proyectos nacionales e internacionales, relacionados con el interiorismo, el diseño industrial, arquitectura, creación de conceptos, instalaciones, grafismo y dirección artística.
En The Decorative Surfaces, repasamos su trayectoria, su visión y su forma de entender la arquitectura y el interiorismo.
Se te atribuye un estilo simple, ordenado, equilibrado y sobrio, pero… ¿Cuál consideras que es la esencia de tus proyectos?
Precisamente la calma que nos ofrece el orden, que nos aleja del caos, de los superfluo. Igual que creo en la simplicidad para resolver los problemas más complejos, creo en el orden para llegar a la médula de los proyectos.
“Lo que nos define como despacho es el orden” son palabras tuyas. ¿Qué simboliza este concepto para ti?
Es un concepto que me acompaña desde pequeño, diría que me ayuda a circular entre territorios ilimitados de ideas.
¿Cuál es la base de inspiración de un interiorista y diseñador de fama internacional?
En mis inicios lo fueron grandes arquitectos minimalistas y ahora es, sobre todo, la emoción inherente al arte. En el proceso de diseño tiene más importancia para mí la búsqueda de esa emoción que los aspectos prácticos que, por supuesto, también son importantes.
¿Cuáles son los materiales que suele usar en sus proyectos?
Normalmente apostamos por materiales naturales, que sabemos que envejecen bien, pero en los proyectos más grandes no renuncio a los nuevos materiales sintético que nos aportan durabilidad en caso de un mayor tránsito de personas. Aunque lo esencial para mí es utilizar pocos ingredientes.
Sabemos que la cultura japonesa supone una fuerte inspiración en tus proyectos. ¿Cómo se materializa esta influencia a la hora de crear un espacio?
La lógica japonesa es siempre profunda, trabajé durante mucho tiempo allí y entendí muy pronto que para ellos el trabajo de un arquitecto o un diseñador nunca es baladí, saben muy bien que la relación de las personas con los espacios o los objetos importan. En el estudio nos esforzamos porque nuestros clientes entiendan el diseño de esa forma, no sólo como una cuestión estética o decorativa, sino como un asunto trascendental. Al fin de cuentas, los espacios definen nuestra forma de vida.
¿Por qué tipo de sistemas constructivos apostáis en Francesc Rifé Studio?
Como nuestros diseños son visualmente simples, nos esforzamos por trabajar muy bien los detalles constructivos. Recuerdo haber leído un libro de Kengo Kuma, uno de mis grandes referentes, en el que defendía la idea de aprender de los artesanos a tratar los detalles. Como hijo de carpintero es algo que también he perseguido siempre.
Durante años te has dedicado a la docencia, ¿qué consejos le darías a una persona recién llegada al mundo del interiorismo y el diseño?
Que más que nunca tienen que ser creativos, las IA van a golpear el sector y tendremos que alinearnos con ellas. Lo que es seguro es que se necesita mucha pasión para sobrevivir en una profesión como esta.
Tu trayectoria profesional ha sido reconocida con numerosos premios de diseño como los Contract World Awards, el Red Dot o ICFF Editors Awards, entre otros. ¿Cuál dirías que es el secreto de tu éxito?
El momento fue importante, siempre digo que ahora es mucho más difícil hacerse un hueco en nuestro mundo porque somos muchísimos más. Pero supongo que el que continuemos trabajando tan bien como antes se debe a que siempre hemos querido ir más allá, evolucionar, pero sin dejar de recurrir a los ingredientes que nos han construido: simplicidad, buen detalle, emoción.
Hemos podido disfrutar de uno de tus proyectos, gracias a la cercanía al mismo, el restaurante Mimar, ¿qué puntos destacarías del mismo?
Es un restaurante con una situación privilegiada en la playa de la Patacona en el que básicamente ayudamos a poner orden y a aprovechar al máximo el espacio. Mimar significa «tratar a alguien o algo con especial cuidado y delicadeza».
Nuestro diseño, junto a su gastronomía, tenía que conseguir precisamente eso.
Destacaría el orden y relación con el mar gracias a las celosías. Es un recurso que me gusta utilizar en los proyectos porque me soluciona problemas, como el exceso de sol, pero me conecta emocionalmente los espacios o con la misma naturaleza. Además, las luces y sombras que se generan crean maravillosos bailes en las superficies.
¿Qué es lo que te llevo a publicar tu primer libro ‘’Diseño interior industrial’’?
La editorial Loft Publications contactó con nosotros en 2011 para animarnos a hablar de nuestras obras en el que sería sólo el primero de cuatro monográficos (disponibles en nuestra nueva tienda online www.rihouse.shop). Creo que este tipo de publicaciones proporcionan un enfoque más lento de nuestro trabajo, son mejores para profundizar en lo que somos y hacemos.
¿En qué proyectos de interiorismo te gustaría trabajar en un futuro próximo?
Estamos inmersos en proyectos con los que ya soñaba: unas cabañas en México, bodegas en La Rioja y Valencia, un Castillo del siglo XII en Lleida… El futuro está lejos, así que prefiero concentrarme en lo que hacemos ahora.
¿Podrías hablarnos del equipo que conforma tu despacho y vuestra forma de trabajar?
En el estudio convergen muchas especialidades (diseñadores industriales, interioristas, arquitectos, renderistas, periodistas…) y es precisamente esto lo que nos permite llegar al detalle de las cosas. En el diseño, como en la vida, todo mejora a base de colaboración.
Francesc Rifé Studios, durante su amplia trayectoria en el sector, ha obtenido varios premios de diseño como los Contract World Awards, el Red Dot, ICFF Editors Awards, el HIP Award en Chicago, el premio FAD y varios premios ASCER.