Ana María Díaz nos abre las puertas para conocer su pasión innata, la arquitectura. Desde niña, creció en un entorno familiar relacionado con el mundo inmobiliario, lo que la llevó, en cuanto terminó la carrera, a integrarse en AZ55, un estudio de arquitectura dinámico y competente, conocedor de la tradición constructiva y arquitectónica. Desde sus inicios, AZ55 ha trabajado con éxito en proyectos de promoción, construcción y gestión inmobiliaria, como el diseño y creación de Luxury Villas, un complejo de viviendas de lujo en primera línea de playa, o el diseño de la Torre Sky Tree, de 150 pisos y 634 metros de altura en el centro financiero de Tokio. A partir de entonces, Ana María, no ha parado de desarrollar multitud de proyectos, poniendo toda su energía y pasión en seguir creciendo y abordando nuevos retos.
¿Cómo descubriste tu vocación?
Durante muchos años quise auto convencerme para dedicarme a la bioquímica, pero crecí en un entorno familiar dedicado a la construcción, promoción inmobiliaria e ingeniería que había calado hondo en mí. Empecé Biología en la Complutense, pero me saltaba clases para dibujar y ayudar a compañeras del colegio mayor con sus trabajos de Arquitectura. Fueron mis amigas más cercanas las que me hicieron ver que yo había nacido para diseñar, que era lo que realmente me hacía feliz y además tenía una facilidad innata. Tenían razón, pues la verdad es que disfruto enormemente mi trabajo.
¿Qué proyecto en el que todavía no hayas trabajado te gustaría desarrollar?
El siguiente. Todos los proyectos que comenzamos nos aportan algo nuevo y enriquecen la vida del estudio, ya sea una vivienda unifamiliar de lujo, un pequeño mueble personalizado o el diseño de una plaza. Ahora estamos estudiando dos promociones inmobiliarias que, aunque parten de la misma normativa y son un número similar de viviendas, cada una es un mundo: una es muy juguetona y divertida, y la otra es elegante y extremadamente precisa. Es genial.
¿Quiénes han sido tus referentes?
Todos los arquitectos tenemos a grandes figuras u obras como referentes. Personalmente, destaco a modo de ejemplo las viviendas de Tadao Ando y el pequeño Le Cabanon de Le Corbusier. Sin embargo, mi familia y varios profesores de la ETSAM han sido los que más han influido en mi forma de entender la arquitectura como un servicio técnico y creativo hacia la sociedad.
¿Black or White? ¿Cuál es tu debilidad?
Bueno, nosotros estamos precisamente ahora con una vivienda que le llamamos la Black House porque todos los interiores son predominantemente negros, con maderas oscuras y vegetación, muy potentes y sorprendentemente acogedores. No obstante, es cierto que es una de las excepciones del estudio y que normalmente se nos demanda blanco. Creemos que hay varias causas: suele ser más económico e inmediato, menos arriesgado, da mayor flexibilidad de cara a la elección de colores para mobiliario y textiles y además da una mayor luminosidad y sensación de amplitud. Estos dos últimos aspectos se valoran especialmente en 2020. Por suerte, también dentro de los blancos hay muchas pequeñas variaciones y texturas posibles para vestir la vivienda.
¿Te sientes más cómoda creando espacios cerrados o abiertos?
Ni un extremo ni otro. Hay que tener en cuenta el modo de vivir de nuestro cliente a la hora de diseñar su vivienda, y nosotros, como arquitectos, podemos aconsejar e incluso hacerles descubrir opciones que no se habían planteado, pero no podemos imponer nuestros gustos personales. Es muy frecuente incorporar el open concept actualmente, al menos para las zonas de salón, comedor, cocina y estudio. Incluso puede ir más allá: las Luxury Villas tienen las bañeras a los pies de la cama, lavabos abiertos, grandes ventanales al salón en doble altura de la vivienda y al estudio, un paño de 2×2 metros sobre la cama para ver las estrellas y que desde el solárium se vean los niveles inferiores… Es muy curioso.
Es especialmente importante mencionar en este campo la flexibilidad que se puede incorporar a los espacios mediante estores o cerramientos de tela, paredes móviles, vidrios inteligentes, etc. De este modo, un espacio abierto puede compartimentarse según las necesidades y viceversa.
¿Se trabajará ahora más en la calidad de los espacios abiertos?
Sin duda. Durante estos meses la gente ha tenido tiempo para reflexionar minuciosamente sobre los espacios, y aprender a valorar los entornos que respiran. Estamos recibiendo más peticiones que nunca de paisajismo para viviendas unifamiliares, inclusión de patios en viviendas preexistentes, interiorismo para terrazas y recuperación de balcones en pisos y apartamentos.
¿Con qué proyecto te sientes más identificada?
Cada proyecto tiene algo de mí, algo de cada componente del estudio AZ55 y algo del cliente. Nos volcamos muchísimo en cada proyecto, por lo que, al final, una parte de nosotros se queda en ellos, y una parte de ellos en nosotros. Tenemos la suerte de contar con clientes que confían ciegamente en nosotros y nos dan plena libertad creativa, por lo que físicamente se nos ve más en el resultado final. Hay otros proyectos donde las ideas del cliente estaban claras desde el principio pero al final la relación con ellos es tan estrecha que se convierten en amigos y vives todo el proceso como si fuera para ti mismo.
¿Cómo crees que afectará la crisis sanitaria a la arquitectura residencial y a los espacios públicos?
La arquitectura es un servicio a la sociedad y la sociedad ha cambiado. La arquitectura residencial tiene una clara tendencia hacia el esponjamiento, la creación y el tratamiento de espacios exteriores, la apertura hacia los mismos, la inclusión de espacios ajardinados dentro de las viviendas, el empleo de materiales de fácil limpieza, el diseño de espacios flexibles y configurables así como la concesión de una mayor importancia a la iluminación natural y a la ventilación. Estamos ganando en salud.
Los espacios públicos, del mismo modo, tienen ahora más en cuenta la segmentación de recorridos según el uso, el distanciamiento en las zonas de descanso, la comodidad de acceso para desinfección y limpieza… Urbanísticamente, la trama de la ciudad tenderá a dispersarse.
¿Qué materiales son tus favoritos en tu día a día?
Buscamos responder a la idea con la elección de materiales, por lo que no tenemos favoritos universales. Adaptamos la materialidad al diseño, con una clara intencionalidad, para transmitir las sensaciones que buscamos. En nuestro estudio tenemos muestras al alcance de la mano de todos los materiales que se nos ocurren y preparamos un moodboard durante el nacimiento del proyecto para lleva todo el proceso en sintonía.
¿Utilizas superficies de piedras como cuarzo o mármol en tus proyectos? ¿Qué sensaciones te transmiten estos elementos?
Sí, con bastante frecuencia. Muchas de nuestras escaleras residenciales están hechas en COMPAC porque nos encanta. En cuanto al mármol, está presente por ejemplo en nuestro proyecto para una Clínica Estética con quirófano en Murcia, donde teníamos que transmitir una sutil elegancia, cánones femeninos de belleza clásica y sobre todo confianza y pulcritud. Elegimos revestir paramentos clave en mármol y pequeños acentos metalizados de oro rosa, todo bañado con una iluminación muy intencionada. Los clientes están encantados.
¿Conoces las nuevas superficies sostenibles, como el material Obsidiana Compac? ¿Para qué lo usarías? Deja volar tu imaginación.
Claro, y menos mal que por fin proliferan este tipo de materiales. En el mundo de la construcción, y como responsables en parte de la misma, la correcta gestión de residuos es un apartado clave que tenemos que cuidar para conservar nuestro hogar común: el planeta. El hecho de que haya materiales que ofrezcan calidades tan altas con material 100% reciclado abren una ventana hacia un futuro esperanzador.
Podemos utilizar COMPAC en encimeras, fachadas, suelos, revestimientos de paredes… Pero el Obsidiana merece un lugar destacado. Una chimenea vertical colgada, un cabecero flotante, un lavabo de pedestal, un muro de cascada, salvamanteles o incluso una vajilla completa, un juego de luminarias de pie para el jardín… El límite no existe.