A la hora de diseñar un espacio o de solicitar a un profesional que lo haga por nosotros y pensemos en el cuarzo tecnológico como una opción puede surgir la duda del mantenimiento que supondrá para que siempre luzca como nuevo. El mantenimiento y cuidado del cuarzo tecnológico es muy sencillo y solo hay que seguir algunos hábitos que os vamos a ir contando en este artículo.
Luz, calor y cortes
Lo primero y esencial es entender dónde no tenemos que colocar nunca cuarzo. Así, no debes contemplarlo para exteriores expuestos a intensa radiación solar, ni en interiores donde reciba la luz de lámparas de emisión de rayos UV. Dicho esto, uno de los lugares preferidos por su funcionalidad y sobre todo por su resistencia son las encimeras. Al respecto dos de las situaciones más agresivas para un material que se dan en la cocina son la exposición al calor y los cortes de alimentos. Sobre lo primero, el cuarzo tecnológico es un material resistente al calor, pero sobre el que hay que evitar colocar objetos recién retirados del fuego. Siempre es recomendable poner un salvamantel o almohadilla, cualquier elemento de protección. Es también importante a la hora de diseñar una cocina tener en cuenta dónde irán tostadoras, freidoras o electrodomésticos como vitrocerámicas y lavavajillas, puesto que siempre es importante prever un espacio de ventilación para favorecer la disipación del calor.
Sobre la utilización de cuchillos u otros utensilios punzantes, el cuarzo tecnológico es muy resistente, dado que su composición de cuarzo natural, uno de los minerales más duros, es de entre un 93 y un 95%. Sin embargo siempre evitaremos marcas protegiéndolo con una tabla de corte.
Sellado y limpieza
Una vez instalamos el cuarzo tecnológico en una vivienda o un espacio público no es necesario aplicar un sellador ni un hidrofugante para evitar la humedad, dado que el cuarzo tecnológico no es poroso. Esta nula porosidad además impide la generación de moho y de bacterias, por lo que no hace falta aplicar ningún producto especial para estos casos. Tampoco debemos nunca pulir una superficie de cuarzo tecnológico, dado que perderá todas sus propiedades.
Para eliminar cualquier resto o residuo (aceites y grasas, vino, vinagre, limón, refrescos, café…) sobre la superficie de las encimeras de cuarzo, basta con pasar un trapo húmedo impregnado de detergente de pH neutro, aclarar con agua y secar.
A la hora de realizar la limpieza de estas superficies no debemos emplear decapantes, sosa cáustica, productos con PH superior a 10, desengrasantes ni aquellos que tengan base de cloro. Así, no debemos aplicar limpiadores de horno, inodoros, ceras para muebles, jabones de aceite o productos para desatascar. No hay que limpiar nunca el cuarzo – sea en encimeras o como pavimento – tampoco con productos que contengan ácido fluorhídrico o didoclorometano. Si se usa lejía o disolvente hay que aclararlos con agua y no dejarlos en contacto con la superficie de forma permanente.
Con todo ello, si somos profesionales de la construcción o el diseño debemos informar en la medida de lo posible a los usuarios de estos hábitos para que un material tan bonito como el cuarzo luzca durante décadas su imagen original. Si somos un usuario de los mismos, siempre es recomendable preguntar al fabricante para evitar caer en errores.