Hablamos con el arquitecto Nicolás Maruri, profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, en la cual se desarrolla el trabajo de ARKRIT. Este grupo del que forma parte investiga sobre la crítica arquitectónica. Charlamos con él sobre la necesidad de la investigación en este campo y sobre la reflexión que hacen los arquitectos de su propia disciplina. COMPAC The Surfaces Company y ARKRIT elaboraron un libro sobre nuevos materiales, The Power of Skin, que puedes descargar aquí.
¿Cuál es el objetivo de ARKRIT? ¿Cuántas personas la componéis?
El Grupo de Investigación de Crítica Arquitectónica (ARKRIT) tiene como foco principal el estudio de los conceptos generales que construyen la arquitectura contemporánea. Dentro de este espectro hay una serie de pequeños campos paralelos que lo van construyendo, que puede ser desde la crítica de vivienda a la crítica de los procesos de proyecto, hasta cualquier otro tipo de crítica en relación al pensamiento contemporáneo en torno a la arquitectura. Es un campo amplio y difícil, puede tener muchos aspectos, está en cierto modo muy sometido a opinión y muchas veces es conflictivo expresar críticas sobre cualquier proyecto. No genera amigos, pero es importante para la formación de los estudiantes y en la universidad la crítica es una forma fundamental de la construcción del pensamiento. En este momento el grupo lo componen cinco profesores y entre 10 y 12 doctorandos. Es un grupo pequeño a nivel de universidad y está en continua transformación.
¿Cómo nace esta iniciativa?
El corazón del grupo es el catedrático Antonio Miranda, ya jubilado, que llevaba muchos años trabajando la crítica en arquitectura y formando estudiantes de doctorando en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Hace unos 10 años con los cambios de planes de estudio se introdujo el Máster de Proyectos Avanzados y para dotar de un brazo de crítica al máster se creó el grupo de investigación a la vez que se impartían clases en el taller del máster. Tiene una pata docente muy importante. Todo esto ha cambiado hoy y se ha transformado, pero ese es el origen del grupo. Además del trabajo en el máster, el trabajo de investigación acoge una serie de tesis doctorales que son las investigaciones profundas que desarrolla el grupo.
¿Cuáles son los principales temas de investigación que abordáis?
El tema fundamental es la crítica del proyecto contemporáneo. Esto puede adoptar formas diferentes según sean las investigaciones. Hay una parte, que es la construcción de la teoría de arquitectura, donde se tratan temas como la coherencia. Hay otra que es la crítica concreta de proyectos, en la que hicimos por ejemplo un trabajo de investigación sobre la vivienda colectiva que se estaba produciendo en España y otra también sobre temas de formas de construcción, investigando sobre superficies y nuevas fachadas.
¿Qué puede aportar la investigación a la arquitectura? ¿Puede influir en las tendencias y dinámicas de la profesión?
Lo que puede aportar son herramientas de control del trabajo que realiza el arquitecto. El arquitecto no puede producir de manera arbitraria ni aleatoria. Tiene que tener razones detrás de lo que produce, debe ser capaz de desarrollar un juicio crítico sobre lo que hace y tener unos fundamentos éticos en su trabajo. La aportación es por lo tanto investigación sobre estos temas y a la vez que formación de arquitectos con estas herramientas para que consigan hacer un trabajo más comprometido con la sociedad y a la vez más positivo y útil para la misma. Esto es el fundamento de lo que hacemos y la aportación a la arquitectura contemporánea, al final la hace cada arquitecto que formamos, al que ayudamos a adquirir compromisos en este sentido en su oficina. No supone un avance claro y directo que uno pueda señalar, pero sí que se forman profesionales que en su propio laboratorio o despacho pueden tener una actitud más comprometida y más crítica con lo que hace.
¿Consideras que los profesionales de la arquitectura reflexionan suficiente la disciplina?
Es muy difícil salirse de las dinámicas de la calle, pero creo que los profesionales de la arquitectura generalmente están muy interesados en lo que se están haciendo, en lo que hacen otros compañeros. Están continuamente informándose en revistas y blogs, visitando obras de otros compañeros, obras ejemplares en diversas ciudades. Es una condición que podríamos definir de formación continua y digamos que esa visión va estableciendo corrientes de pensamiento, de sensibilidad, que tienen que conectar con los problemas que está planteando la sociedad, como puede ser por ejemplo el cambio climático, que está “muy tocado” hoy en día pero que no cabe duda de que es uno de los problemas cruciales de nuestra sociedad y que está influyendo mucho en la forma de enfocar la arquitectura. Desde el punto de vista de la normativas, porque el Estado está implicado en ello, pero por supuesto desde el compromiso de los propios arquitectos, que aunque no se vea un trabajo crítico directo que se pueda anunciar como una investigación, cada vez que hacen un proyecto no dudemos que se replantean cosas, que intentan hacerlo mejor, esforzarse por conseguir nuevas cotas de calidad y nuevos progresos.
